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Por primera vez en su historia, la Virgen de Guadalupe no recibirá a miles de peregrinos para que le canten en coro "Las Mañanitas" los días 11 y 12 de diciembre. Este año la apertura del templo religioso dependerá del semáforo de riesgo Covid, y las autoridades eclesiásticas invitan a los fieles a celebrarla a distancia para evitar un foco de transmisión del coronavirus.
Salvador Martínez Ávila, rector de la Basílica de Guadalupe, comparte con EL UNIVERSAL que hasta ahora el templo mariano presentó un plan a las autoridades capitalinas, el cual consiste en que la Basílica permanezca abierta durante los festejos de diciembre para que los feligreses tengan la oportunidad de pasar frente a la imagen de la Virgen y luego retirarse; sin embargo, sólo será posible si el semáforo epidemiológico no está en rojo.
¿Qué preparativos tiene la Basílica para los días 11 y 12 de diciembre?
—Como se trata de un año totalmente peculiar, extraordinario, pues ya es desde hace casi un siglo que no se daba una contingencia tan prolongada, nuestra propuesta para toda la feligresía, para los devotos de la santísima Virgen María es que se celebre de una manera diversa a como se hace todos los años.
¿De qué manera?
—Consiste en tres características. 1) Que la gente que quiera venir a la Basílica, que lo haga, pero no en las fechas de 11 y 12 de diciembre, sino durante noviembre, todos los días en la misa de seis de la mañana y de siete de la noche se cantan "Las Mañanitas". La campaña empezó a finales de octubre, entonces el llamado fue:
Usted venga y le aseguro que va a poder estar en la Basílica con las medidas sanitarias, va a poder participar en la misa, va a poder visitar los distintos lugares del recinto guadalupano, si usted le prometió veladoras a la Virgen, tráigalas, y nosotros nos encargamos de que el 11 y 12 se enciendan y que haya un tapete que se hará con las flores secas.
Si no tienen tiempo, porque estamos a finales de noviembre, entonces que vengan, pero a partir del 4 o 5 de enero, a esa visita cariñosa a la madre de los mexicanos, a visitarla, a agradecerle o pedir lo que ellos quieren.
2) Celebrar en sus propias casas, en su propio barrio, en su propia parroquia, sabemos que hay muchísimos lugares, hay gente que tiene el altarcito de la Virgen de Guadalupe en su casa, pues ahí le puede festejar, cantarle "Las Mañanitas", así evitamos que al transitar por mucha distancia se puedan generar contagios de Covid-19.
3) Seguir las celebraciones que se están preparando a través de los medios de comunicación, televisión o radio o bien, a través de las plataformas de la Basílica de Guadalupe. Aquí, dejar claro que las misas del 12 de diciembre no serán en vivo, sino que ya van a estar grabadas.
¿Cómo se han coordinado con el gobierno?
—Aunque fueran las celebraciones normales, son tan tumultuosas que siempre hay una coordinación de varios meses con los tres niveles de gobierno. Estamos nosotros en total atención y coordinación con ellos, porque es la autoridad sanitaria la que va dictando la pauta sanitaria y nosotros, pues como buenos mexicanos y como personas prudentes, nos atenemos, acatamos plenamente lo que la autoridad sanitaria determine.
¿Cómo será el acceso al templo durante esos días, habrá restricciones?
—El plan que presenta la Basílica a las autoridades es un plan que contempla la posibilidad de que esté abierto el templo durante esos días, pero es la posibilidad porque la Basílica no puede determinar un cerco sanitario en el exterior, entonces nosotros hacemos un proyecto que es posible si el semáforo Covid lo permite.
En cuanto al acceso, la cuestión es mantener en todo momento las normas que se prevén; ahora, entendemos que participar de esa manera es muy reducida, completamente, pasar frente a la Virgen y ya, ¿por qué?, porque hacerlo de otra manera —que la gente permanezca mucho tiempo o que se quede a dormir, ese tipo de cosas— casi casi nos está poniendo en el peor escenario de los contagios en la Basílica.
¿Es la primera vez que la Basílica puede cerrar sus puertas durante los festejos?
—Sí, en este año el acceso ha estado restringido, no totalmente cerrado, pero sí desde marzo. Ahora, en otras ocasiones, por periodos muy breves, en 1998 se cerró por varios días debido a un retiro mundial de sacerdotes, y en todas las visitas del Papa ha habido tres o cuatro días anteriores en que siempre se ha cerrado, se evita que entren personas, esos son escenarios que se han vivido.
Cuando fue lo de la influenza AH1N1 no se vivió tan fuerte, no, duró tres semanas y lo único que se implementó fueron las medidas sanitarias durante la celebración de la misa, no darse la paz con las manos, recibir la comunión en la mano, los confesionarios permanecieron abiertos; ahorita las confesiones están suspendidas por el tema del posible contagio que es encerrar a dos personas en un cuartito.
¿Qué llamado le haría a los fieles católicos?
—A que celebremos a la Virgen, a que la queramos mucho, a que le hagamos los homenajes que estamos acostumbrados a hacer, pero de una manera inteligente y prudente, [desde] nuestros lugares de origen o realizarlos en un calendario escalonado.