El primer día para debatir y aprobar, al menos en lo general, el cuarto Presupuesto de Egresos de la Federación de la administración de Andrés Manuel López Obrador sirvió para medir fuerzas entre los dos bloques en que se divide la Cámara de Diputados: Morena, Verde y PT (Juntos Haremos Historia), contra PAN, PRI y PRD (Va por México).
Las bancadas del PAN, PRI y PRD convocaron a más de 350 alcaldes del país, quienes exigieron la restitución de muchos fondos federales que durante esta administración han sido disminuidos o cancelados. El Auditorio Aurora Jiménez de la Cámara de Diputados fue el recinto que albergó el cónclave opositor con la presencia de representantes municipales, dirigencias nacionales y 200 diputados federales opositores.
La presidenta de la Asociación de Nacional de Alcaldes y alcaldesa de León, Guanajuato, Alejandra Gutiérrez (PAN), hizo un fuerte reclamo para pedir un presupuesto correcto para sus municipios, “que el gobierno nos escuche porque es para dar respuestas a nuestra gente. No estamos pidiendo dádivas”.
Todos los integrantes de la oposición se trasladaron a las escalinatas de la entrada principal de la Cámara de Diputados, donde se montó un gran templete y una grúa industrial para poder tomar la fotografía oficial con los coordinadores parlamentarios Jorge Romero (PAN), Rubén Moreira (PRI) y Luis E. Cházaro (PRD), y los líderes nacionales Marko Cortés (PAN); Alejandro Moreno (PRI) y Jesús Zambrano (PRD).
A las 10:49 de la mañana arrancaba la sesión con un pleno vacío que poco a poco se fue llenando. Primero el PRD, en voz de su coordinador, Luis Cházaro, convocó a diputados del PRI y del PAN, y aseguró: “Vamos a pedir dinero y recursos para los municipios y queremos ver, y lo decimos fuerte y claro, cómo vota Morena estas reservas en favor del pueblo de México”.
Por el PT, Reginaldo Sandoval también subió acompañado de sus compañeros y dijo: “Vamos a aprobar el cuarto presupuesto que no es neoliberal, aunque a muchos no les guste”.
Tocó el turno del PRI y todos sacaron cartulinas, playeras y una enorme manta con la leyenda: “Unidos para defender a México”. Y desde Morena gritaban: “payasos”, “farsantes” y hasta “mentirosos”. Rubén Moreira era claro: “rompamos el círculo pernicioso de la polarización del país, que a nadie ayuda, y construyamos los acuerdos que México necesita”.
Vino el líder del PAN, Jorge Romero. La escenografía era la misma y decía: “El Tren Maya no es un proyecto malo en sí. Por supuesto que habrá de servir, va a detonar la economía de una región, servirá de manera nacional para efectos turísticos. Nuestro punto es que es un proyecto para un país en bonanza, que ya resolvió todas las anteriores prioridades y necesidades”.
A las 15:13 horas se decretó un receso de más de seis horas para acomodar las mil 994 propuestas de modificación. Al rebasar los 251 votos a favor, los diputados de Morena gritaron: “¡Obrador, Obrador!”. Fue el primer round de una batalla que apuntaba a más de seis días de debate.