Muchas lecturas políticas se hacen sobre quiénes de los aspirantes presidenciales de Morena ganaron, y quienes perdieron con la muy jaloneada elección del senador poblano Alejandro Armenta como presidente del Senado.

Pero, de lo que no hay duda es que el principal perdedor fue el senador José Narro , quien apostó su capital político con tal de presidir la Cámara Alta.

Lejos de competir hasta el final, don José se bajó de la contienda de buenas a primeras desde la madrugada del miércoles, al declinar en favor de Higinio Martínez .

Nos comentan que, tras la votación en la bancada de Morena, que finalmente ganó el senador Armenta, se vio a Narro Céspedes enojado y cabizbajo, y, al parecer, su principal molestia era con su compañero de bancada Gabriel García , que también había declinado, y a quien acusaba con palabras altisonantes de haberlo orillado a declinar y despejarle el camino a Armenta creyendo que Higinio Martínez podía derrotarlo.

Nos hacen ver que de nada sirvieron sus visitas a Palacio Nacional , ni los desayunos que invitó a los reporteros para promoverse.

Al final, José Narro vio frustrados sus sueños de presidir la Cámara de Senadores y ahora está sin el puesto, y, además, en medio del caso de la desaparición de dos marinos que, presuntamente, le había asignado como escoltas la alcaldesa de Acapulco , Abelina López.

grg