Nos dicen que ahora que el presidente Andrés Manuel López Obrador estará en Estados Unidos, tal vez estaría bien que fuera a la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ( CIDH ) en Washington, en donde hace tres años denunció al presidente estadunidense, Donald Trump , por las órdenes de construir un muro en la frontera y por la persecución de migrantes.
el entonces dirigente de Morena ofreció una rueda de prensa en The National Press Club, acompañado del abogado que le asesoró en la denuncia, Netzaí Sandoval Ballesteros –hermano de Irma Eréndira- en donde informó que esa querella, entregada el día 13, fue firmada por 12 mil personas no sólo mexicanas , también estadounidenses y se solicitaron medidas cautelares .
“Como no está actuando el gobierno de México, desgraciadamente, porque está completamente subordinado, sumiso, callado ante la prepotencia de Trump , tenemos que hacerlo nosotros”, dijo López Obrador ese día según el boletín 017-070 difundido por su equipo.
Dos días antes el entonces líder de Morena había acusado al entonces presidente Enrique Peña Nieto de permitir la “insolencia y el ultraje” de Trump contra los connacionales, sin denunciarlo.
“Es una canallada de Trump y sus asesores, es una canallada el que se expresen de los mexicanos como Hitler y los nazis se referían a los judíos […] una estrategia política, demagógica y electorera , que, si bien les sirvió a Trump y a los suyos para hacerse con la presidencia, no les permitirá ni afianzarse en el gobierno, ni mucho menos lograr la reelección”, advirtió entonces.
Así que ahora el mandatario mexicano podría darse una vuelta por la CIDH para ver cono va la denuncia contra el hombre que entonces c alificó cono canalla, insolente, demagogo y ultrajador , y al que ahora le estrechará la mano y le agradecerá por haber vendido ventiladores médicos al gobierno mexicano durante la pandemia.
grg