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Mientras unos comerciantes preparan los pescados para quitarles las escamas y venderlos, otros invitan a los pocos visitantes a comprar en sus negocios, pero la mayoría de los locatarios del Mercado La Nueva Viga comenta que se han visto afectados por las medidas sanitarias impuestas a causa del coronavirus, ya que han notado que sus ventas han disminuido hasta 70%.
“Espero que esta Semana Mayor suban las ventas, porque sí han estado lentas y bajas, la gente no viene a comprar por las restricciones por la pandemia”, señaló Ubaldo, vendedor de curvina en el mercado de pescados y mariscos.
El año pasado, EL UNIVERSAL realizó una visita para conocer la variedad de pescados que se ofertaban en el mercado ubicado en la alcaldía Iztapalapa, el ingreso se realizó poco antes de las 8:00 horas y se podía observar en todos los locales que las ventas habían terminado, muchos ya estaban limpios y sin productos para vender.
Este 2020, el ingreso se realizó a la misma hora, pero la situación fue diferente. Los vendedores aún buscaban atraer a las personas que llegaban al lugar para intentar ofertar sus pescados y mariscos; las charolas de exhibición estaban casi llenas: “Pásele, acá tenemos los más frescos”; “No le haga caso, por acá están los más baratos y de mejor calidad”, llamaban.
En 2019, muchos de los entrevistados sugirieron que para observar la venta real del Mercado La Nueva Viga se tenía que llegar a las tres o cuatro de la mañana, porque era cuando llegaban tanto pequeños comerciantes, como los más grandes a comprar sus pescados para ofertarlos, ya sea en negocios ambulantes o bien prepararlos y venderlos en restaurantes.
Este año, poco después de las 10 de la mañana la situación no había cambiado demasiado respecto a la cantidad de producto que había al ingresar al mercado; se pudo notar, además, poca afluencia de compradores, algunos llevaban cubrebocas, pero la mayoría llevaba cantidades para consumo familiar.
Debido a que el pescado que ofrecen es de temporada, no lo pueden congelar demasiado porque pierde su frescura y es más difícil que las personas lo compren después. Para Ubaldo, los compradores deberían aprovechar que el producto tiene un alto valor nutricional, mismo que les ayudará para hacerle frente al virus, y no dejarse llevar por el miedo.
Estadística económica antes del virus
De acuerdo con el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas (Comepesca), para el inicio de la Cuaresma de 2020, que inició el 26 de febrero, se estimaba que la comercialización en México sería de entre 200 mil y 250 mil toneladas de productos pesqueros y acuícolas, que tendían un valor de 15 mil 500 millones de pesos.
Además, este organismo proyectó que las ventas de productos alimenticios marítimos aumentarían 3% respecto a lo registrado en 2019. Por otro lado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que durante el periodo de Cuaresma y Semana Santa 2020 se tenía previsto comercializar en todo el país alrededor de 350 mil toneladas de productos pesqueros y acuícolas.
La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) reportó que en México se produce una amplia variedad de alimentos de alto valor proteínico, que se pueden adquirir desde 20 pesos y hasta 100 pesos por kilogramo —dependiendo de la especie y región productora del país.
De acuerdo con información proporcionada por el Mercado La Nueva Viga, en la Ciudad de México, los productos pesqueros y acuícolas más demandados son la mojarra, curvina, jurel y bagre, que tienen un valor comercial de entre 20 y 40 pesos el kilogramo. En tanto, el precio del robalo es de 72 pesos.
Ese panorama cambió de manera drástica con la presencia del coronavirus en México, los locatarios del Mercado de La Viga esperan que para esta Semana Santa se recuperen un poco las ventas, pero saben que es difícil, ya que las indicaciones de las autoridades de salud son muy drásticas y los obligan a quedarse en casa.
Para los vendedores de pescados y mariscos, la pandemia de Covid-19 no sólo los ha puesto en un lugar con mucha desventaja por las bajas ventas, también ha abierto la competencia con los centros comerciales, puesto que ellos ofrecen llevar los productos a los domicilios de las personas: “Nosotros no podemos ofrecer eso, sería otro gasto que no podemos cubrir”, afirmó Patricio, vendedor de camarones.
“Las personas que a veces van a los centros comerciales creen que es mejor calidad porque están más caros, pero no es así, nosotros tenemos los mejores productos y precios. El pescado es producto nutritivo, a veces por la demanda se incrementan los precios, pero ahorita por la escasez de venta, nadie se atreve a subir los precios”, dijo el comerciante.
“Vengan de uno o dos por cada familia, pero vengan”
Afirman que aún no les han dado indicaciones respecto a si el mercado debe tomar algunas medidas, como restringir el número de personas para acceder; sin embargo, piden que extremen precauciones, que vayan de una persona o dos por familia, pero que no dejen de ir y que confíen que el producto que ofrecen está limpio y en las mejores condiciones.
“Aún no han restringido el número de personas por familia para que acudan a comprar sus alimentos, pero yo me imagino que sí van a cambiar muchas cosas; por las dudas, que vengan de uno o dos por familia, la gente debe tener confianza de venir”, comentó Isaac.