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La Comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados aprobó ayer la reforma legal mediante la cual el gobierno federal podrá enajenar bienes públicos por sorteo, de manera expedita y para maximizar los ingresos al erario, propuesta surgida al calor de “la rifa del avión” planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque el avión presidencial no será rifado, Morena presentó el 5 de febrero una iniciativa de reforma al artículo 132 de la Ley General de Bienes Nacionales y los artículos 31 y 38 de la Ley Federal para la Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público, y ayer, 13 días después, la dictaminó a favor para su pronta votación en el pleno del Palacio Legislativo.
Según el dictamen, por esa vía podrán superarse los recursos que se obtendrían por compraventa y hacer más atractiva la participación de los ciudadanos en los procesos de enajenación.
A favor votaron 14 diputados de Morena, PT y PES; en contra hubo seis votos del PAN, Movimiento Ciudadano y PRD, y dos abstenciones, una del PRI y otra de la diputada morenista Tatiana Clouthier.
El legislador Raúl Bonifaz (quien suscribió la propuesta con el coordinador de Morena en la Cámara Baja, Mario Delgado) defendió la iniciativa al asegurar que en el pasado se usó dinero del erario para comprar bienes lujosos y “rechazamos públicamente el comportamiento de gobernantes que actuaron a espaldas del interés general”.
No obstante, en el debate se argumentó la fragilidad jurídica de la iniciativa.
Ricardo Aguilar, representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo que es poco seria la propuesta, pues la Ley Federal de Extinción de Dominio está en controversia ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Además, agregó, si se sortea un bien que haya sido incautado, pero al final de un proceso judicial resulta que no procede la extinción de dominio, entonce se deja a los ciudadanos, propietarios y ganadores del sorteo, sin certeza jurídica.
“La enmienda abona a la discrecionalidad de la autoridad y en la ley se establece que la venta por subasta está condicionada a que primero se realice una licitación pública y, de no prosperar, entonces procede una subasta; ahora se exime de licitación pública y se genera una contradicción legal”, afirmó.
El legislador de Acción Nacional Fernando Torres Graciano advirtió que la propuesta es poco seria: “Un dislate y una gansada”.
Por el sol azteca, la legisladora Guadalupe Almaguer aseguró que la iniciativa en sí es una grosería: “Es una payasada de un Presidente que se convirtió en un gritón de la lotería”.
Es legitimar sus ocurrencias y “están tejiendo una incertidumbre e irregularidad sobre más incertidumbre, e irregularidad al meter en la ley tómbolas y sorteos. ¿No es suficiente tener diputados de tómbola?”, criticó.
