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Con 22 votos a favor —de Morena, PT y PES— y 10 en contra —de PAN, PRI, PRD y MC—, legisladores de la Cuarta Transformación le cumplieron al presidente Andrés Manuel López Obrador y avalaron, sin cambios sustanciales, su iniciativa preferente para modificar la Ley de la Industria Eléctrica y favorecer a la Comisión Federal de Electricidad en la producción a base de combustibles fósiles, y relega a los particulares en este ramo.
Este dictamen fue avalado tras un largo debate de cinco horas y de acusaciones entre legisladores de la 4T y de la oposición, y fue turnado al pleno de la Cámara de Diputados, donde se desahogarán todas las reservas y se perfila para ser aprobado el próximo martes 23.
El pasado 1 de febrero, el presidente López Obrador inició su contrarreforma energética y su primer paso fue presentar una iniciativa preferente para modificar la Ley de la Industria Eléctrica e implementar una Nueva Política Energética y, de acuerdo a su óptica, no incrementar los precios a los usuarios.
En este documento se decidió privilegiar la energía eléctrica que produce el Estado mexicano y el servicio a los consumidores será alimentado, en primer lugar, por la red de distribución de las hidroeléctricas; en segundo, por lo generado por las plantas de la CFE; en tercero, por la energía eólica o solar de particulares, y al final, la energía de ciclo combinado de empresas privadas.
Con este nuevo esquema, los privados serán relegados hasta el tercer y cuarto sitios en la preferencia para surtir energía eléctrica a los consumidores, además de que estarán sujetos a los planes de gobierno en la materia.
Entre los principales cambios que los diputados de Morena le hicieron al dictamen se encuentran la adición de un artículo transitorio para que “todas las disposiciones que se opongan a lo dispuesto de este decreto” queden derogadas. Además, se faculta a la Comisión Reguladora de Energía para que revise o revoque los permisos de autoabastecimiento que hayan sido obtenidos en fraude a la ley.
En este debate el diputado Carol Antonio Altamirano, de Morena, señaló que apoyan la iniciativa de López Obrador porque se identifican y comparten la orientación nacionalista que la alienta, y agregó que —sin caer en descalificaciones personales— no tienen coincidencia con la oposición, porque de lo que se trata es rescatar la soberanía energética de este país.
“Tampoco se puede olvidar que la alianza de PRI y PAN impuso una reforma que traicionó nuestra historia para entregar al sector privado el usufructo de las reservas petroleras que ya habían sido identificadas por Pemex y que mantuvo un trato fiscal desigual, en el que las empresas privadas pueden deducir más costos de operación de los que se le permite deducir a Pemex, generando una ventaja artificial para el sector privado.
“La reforma energética que impulsaron PRI y PAN fue nefasta y además hoy queda en evidencia la advertencia que les hicimos hace ocho años”, dijo Carol Antonio Altamirano.
En tanto, el diputado Hernán Salinas (PAN) enfatizó que este dictamen “tendrá efectos, desde nuestra óptica, no solamente devastadores para el presente de nuestro país, sino para el futuro de sus generaciones”.
El legislador precisó que se debate “una contrarreforma en el sector energético, específicamente en el tema de la industria eléctrica, que pone en riesgo la viabilidad del crecimiento económico y que el país pueda producir lo que se necesita”.
El diputado del PRI, Enrique Ochoa Reza, presentó un voto particular, donde se recuperan las opiniones de expertos en materia energética, jurídica y social, las cuales advierten que esta iniciativa preferente viola distintos artículos de la Constitución. Indicó que, además, se integran las observaciones de la Comisión Federal de Competencia Económica, ya que a pesar de ser turnada a esta instancia legislativa no forma parte de los elementos a considerar en este dictamen.
Del PT, el diputado Gerardo Fernández Noroña afirmó que es necesario terminar con los subsidios que lastiman las finanzas de la CFE y lograr tener autosuficiencia en materia energética, pues se trata de un asunto de seguridad nacional, y acusó que México ha perdido 412 mil millones por mantener a las plantas parásitas extranjeras.
