Durante los últimos tres meses de este año —junio, julio y agosto— los homicidios culposos de mujeres repuntaron.
En junio de este año se registró un aumento de 34% al documentar 344 víctimas contra 256 del mismo mes de 2021; en julio fue de 32%, que registró 326 contra 246 delitos de julio del año pasado, y en agosto de 22%, al pasar de 321 a 263 del mismo mes del año anterior, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Los homicidios dolosos de mujeres en junio de este año registraron un incremento de 40%, al pasar de 282 delitos contra 201 del mismo mes del año pasado; en julio se documentó un aumento de 6%, al pasar de 240 a 227 víctimas de julio de 2021 y en agosto de este año hubo una disminución de 2%, al pasar de 266 víctimas a 271 en el mismo mes del año pasado.
Los estados que ocupan los primeros lugares de enero-agosto son: Guanajuato, con 259; Michoacán, 194; Baja California, 191; Estado de México, 171, y Chihuahua, 135.
Los feminicidios en junio mostraron un incremento de 4%, al pasar de 86 ilícitos a 83 del mismo mes del año anterior; en julio hubo una disminución de 20%, al pasar de 56 a 70 víctimas del mismo mes del año anterior y en agosto registró un descenso de 38%, al pasar de 67 a 109 de agosto del año 2021.
Las entidades con el mayor número de ilícitos en los ocho meses de este año son: Estado de México, 93; Nuevo León, 70, y Veracruz, 49.
María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), conformada por 42 organizaciones de la sociedad civil, comenta que en los homicidios culposos se supone que no hay dolo, porque estas muertes violentas se cometieron por un accidente, como, por ejemplo, en casos de intoxicación.
“Sin embargo, los estados que reportan este incremento son entidades de mucha violencia… de facto, la autoridad está obligada a que toda muerte violenta debe ser investigada como un feminicidio, porque hay muchos accidentes que tienen dolo.
“Llaman la atención los estados más violentos… la disminución en el feminicidio no se puede leer, sería absurdo decir que disminuye cuando nos enfrentamos a que la autoridad no quiere acreditar el delito o tiene resistencia o tardan en decir que el caso todavía está en investigación y realmente no lo pone en la estadística”, considera Estrada.
Patricia Olamendi, integrante de la organización Nosotras Tenemos Otros Datos, doctora en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y directora del Instituto de Formación de Justicia y Derechos Humanos, expresa que hay tres clasificaciones: feminicidio, homicidio doloso y homicidio culposo. Resalta que el año pasado fueron 7 mil 4 muertes violentas de mujeres, con un promedio de 20 al día.
Señala que, en el caso de homicidios culposos, desde el año pasado externaron su preocupación por una cifra elevada que documentó 3 mil 283 muertes en este rubro. Refirió que los estados con más alta clasificación en este delito son entidades que tienen el tema del narcotráfico, como Baja California y Michoacán.
Recuerda que el caso de Lesvy, quien tenía 22 años y fue encontrada muerta en un teléfono público de Ciudad Universitaria, en un principio se clasificó como homicidio culposo, en octubre del 2019; posteriormente se dio a conocer que su novio Jorge Luis Hernández la ahorcó.
Indica que estos hechos hablan de corrupción y complicidad, y detalla que en el homicidio culposo generalmente no pisan la cárcel y cuenta con penalidad mínima, y en cambio en el doloso o feminicidio las penalidades son mucho mayores.
“Las muertes violentas pueden tener un arreglo en la Fiscalía… rebasan mucho más de lo que se da tanto en homicidio doloso como en feminicidio.
“Regularmente esta clasificación de homicidios culposos se compone de las mujeres muertas en el contexto del crimen organizado, los daños colaterales, mujeres que participan, por ejemplo, en venta de droga o los acuerdos con los que pueden llegar las fiscalías con las personas imputadas”, puntualiza.
Raquel Ramírez, experta en temas feministas y en ciencias sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresa que la violencia machista es ejercida por hombres de todas las condiciones socioeconómicas y de diversas edades, así como situaciones de vida.
“Debemos seguir insistiendo en las omisiones del Estado y en entender que es el generador de violencia, al propiciar la falta de acceso a la justicia y a no colocar en la agenda pública como prioridad la erradicación de la violencia machista.
“Por otro lado, y aunque resulte un tema incómodo para ciertos grupos de presión, sería también muy importante investigar si el incremento de los homicidios culposos de mujeres y niñas están relacionados con la explotación sexual, ya que, a partir de ésta, se genera una ‘basurización’ de sus vidas y son desechadas y asesinadas en muchos de los casos”, indica.
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