Miles de mujeres saldrán este jueves a las calles del país para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en un contexto delictivo creciente en su contra que alcanzó cifras históricas en la primera mitad del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Al menos siete delitos contra las mujeres aumentaron en los primeros 34 y 35 meses, respectivamente, del actual gobierno, en comparación con los mismos periodos de la segunda mitad de la administración del priista Enrique Peña Nieto.
En los primeros 35 meses del gobierno de López Obrador suman un total de 2 mil 891 víctimas de feminicidio en el país, frente a las 2 mil 228 registradas entre diciembre de 2015 y octubre de 2018 del sexenio anterior.
Este año se perfila para ser el más violento en dicho delito de alto impacto, además de que ya registró cifras récord mensuales de víctimas, con 108 en agosto y 102 en mayo.
El Estado de México, Veracruz, Jalisco, Nuevo León y la Ciudad de México encabezan la lista con la mayor incidencia de feminicidio en números absolutos.
En cuanto al homicidio doloso contra mujeres, de diciembre de 2018 a septiembre de 2021 se contabilizaron 8 mil 24 víctimas contra las 7 mil 80 ocurridas entre febrero de 2016 y noviembre de 2018, de acuerdo con las estadísticas reportadas al SESNSP por las autoridades estatales.
Con 273 víctimas, agosto pasado alcanzó la cifra más alta de homicidios dolosos contra mujeres en el país desde que en 2015 se comenzó a disgregar este delito de alto impacto.
Baja California, Chihuahua, Zacatecas y Colima son los primeros cuatro estados en casos de mujeres asesinadas por cada 100 mil habitantes.
Las víctimas mujeres de extorsión pasaron de 5 mil 994 en los últimos 34 meses de Enrique Peña Nieto a 8 mil 701 en los primeros 34 meses del actual sexenio, un incremento de 45% en este delito del fuero común.
Cabe destacar que las víctimas mujeres de extorsión rompieron récord también durante agosto pasado al sumar 327, la cifra más alta desde 2015. Los estados con más incidencia delito son Estado de México, Veracruz, Jalisco y Nuevo León.
En marzo de este año se alcanzó la cifra más alta de que se tenga registro, con 2 mil 17 carpetas de investigación. Las entidades con el mayor número de denuncias abiertas por este delito de alto impacto en lo que va del año son: Estado de México, Ciudad de México, Chihuahua, Nuevo León, Baja California, Puebla y Guanajuato.
Pese a las restricciones sanitarias por la pandemia de Covid-19, la violencia familiar, cuyas víctimas son principalmente mujeres, continúa desde el año pasado con una tendencia ascendente, que en mayo pasado impuso récord en carpetas de investigación iniciadas por las fiscalías o procuradurías estatales, con un total de 23 mil 908.
Según estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros 34 meses de López Obrador suman 635 mil 139 carpetas de investigación abiertas por violencia familiar, 32% más que en los últimos 34 meses de Peña Nieto.
Estado de México, Ciudad de México, Nuevo León, Chihuahua, Baja California y Jalisco encabezan la lista y enfrentan un reto para disminuir la violencia en los hogares, generada por los efectos negativos del confinamiento por el coronavirus y por la falta de empleo e ingresos para el sustento familiar.
La violencia de género, distinta a la violencia familiar, registró un incremento de 75% en lo que va del gobierno de López Obrador, con 10 mil 494 carpetas de investigación abiertas contra las 5 mil 968 en el referido periodo de la administración anterior.
La cifra más alta de dicho delito se registró en septiembre del año pasado, con 400 denuncias, principalmente en el Estado de México, Veracruz, Guerrero, Querétaro, Chihuahua y Coahuila.
Mala atención
Especialistas y activistas en materia de equidad de género coinciden en que los diversos órganos del gobierno federal han fallado en atender esta materia al no haber esfuerzos articulados.
Saskia Niño de Rivera, presidenta de la organización Reinserta, señala que México en los últimos años ha tenido una crisis en materia de género donde choca la equidad con la cultura machista que predomina y el nivel de violencia que existe en el país.
Refiere que hay una gran deuda en tema de género y considera que la respuesta gubernamental, y sobre todo del Presidente de la República, a estos temas no ha sido atinada.
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