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De 2015 a 2018, el bullying y el acoso escolar crecieron en las escuelas del país, según resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) que presentó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En 2015, 20% de los estudiantes sufrieron acoso escolar y violencia por parte de sus compañeros, pero en 2018, 23% de los jóvenes pasó por situaciones como exclusión, burlas, amenazas, destrucción de sus cosas, golpes, entre otros.
El reporte que elaboró el organismo internacional sobre la convivencia en las aulas a partir de cuestionarios que aplicó con la prueba PISA, encontró que 23% de los estudiantes reportaron haber sufrido distintos tipos de bullying en varias ocasiones durante un mismo mes. México se encuentra por encima del promedio de la OCDE, que es de 22.7%.
En 2015, la prueba PISA reveló que el país superaba el promedio internacional, de 18.4%.
Los países con más casos de bullying son Lativia, Colombia, Nueva Zelanda, República Checa y Australia, mientras que donde se presenta con menor regularidad son Corea del Sur, Países Bajos, Portugal, Islandia y Japón. México pasó del lugar 12 al 17, en comparación con la última prueba.
El 23% de los estudiantes ha sido víctima de cualquier tipo de bullying. Los casos más frecuentes son las burlas, con 14% de los casos; que otros estudiantes esparzan rumores desagradables, 13%. Por otro lado, 11% de ellos fueron excluidos por sus compañeros, 8% recibieron golpes o empujones y 7% recibieron amenazas.
A pesar de esta situación, 86% de los jóvenes entrevistados por la OCDE dijeron estar de acuerdo o muy de acuerdo con que es bueno ayudar a los estudiantes que no pueden defenderse.
“El bullying se caracteriza por un sistemático abuso de poder y relaciones desiguales entre el abusador y su víctima. Puede ser físico, verbal y relacional (...) Con el extendido uso de tecnologías de la información y la comunicación, el acoso cibernético se ha convertido en otro tipo de abuso contra estudiantes”, reportó.
Desde 2015, el reporte PISA también ha analizado el nivel de satisfacción que tienen los estudiantes con sus vidas. A pesar de ser uno de los países que se encuentra por encima de la media, los adolescentes mexicanos siguen sintiéndose satisfechos en el tema.
En ese año, los jóvenes mencionaron ser felices, puesto que su nivel de satisfacción con su vida fue de 8.3 en una escala de cero a 10, siendo 7.3 la media de la OCDE.
En 2018 se les preguntó lo mismo. Mientras que 67% de los jóvenes de los 36 países de la OCDE dijo que sí lo están, en México el promedio fue de 83%.
La mayoría de los estudiantes de los países encuestados piensa que la inteligencia no es algo dado, sino que se puede desarrollar, lo que el organismo interpreta como una mentalidad de crecimiento. El problema en el caso mexicano es que 55% no tiene esa forma de pensar.
