Nairobi.— Un grupo de extremistas atacó ayer un hotel de lujo en la capital de Kenia, donde detonaron bombas y balearon a varias personas, una acción que se adjudicó el grupo armado islámico más cruento de África y que dejó un saldo de muertos que va de seis a 15, de acuerdo con distintas fuentes.
El jefe de policía de Nairobi, Joseph Boinnet, aseguró que entre el grupo de atacantes había un suicida que hizo estallar una bomba, lo cual fue confirmado por el grupo islamista de origen somalí Al Shabaab, vinculado al grupo terrorista Al-Qaeda, al reivindicar el ataque en una llamada a la BBC. No se informó oficialmente el número de atacantes, aunque testigos dijeron haber visto al menos cuatro.
“Es terrible. Lo que he visto es terrible”, dijo Charles Njenga, quien huyó corriendo del escenario de sangre, vidrios rotos, vehículos incendiados y columnas de humo negro. Testigos dijeron haber visto al menos cinco personas muertas en un restaurante del hotel DusitD2, mientras que otra persona habría fallecido en el hospital.
Un policía local dijo que 15 cuerpos fueron enviados a la morgue. Medios británicos dijeron que entre los fallecidos había un británico. Otra de las víctimas fatales era estadounidense, según informó el Departamento de Estado de Estados Unidos. Al-Shabaab afirmó que 47 personas fueron asesinadas, pero su agencia noticiosa Shahada no dio más detalles.
Ocho horas después del inicio del ataque en el exclusivo complejo en 14 Riverside Drive aún se escuchaban disparos en la zona, lo que sugería que la situación aún no estaba controlada. Sin embargo, por la noche, el ministro del Interior, Fred Matian’i, afirmó que ya no había peligro en las partes afectadas y que las fuerzas de seguridad peinaban el lugar. “Quisiera reiterar que la situación está bajo control y el país está seguro”, apuntó.
“La puerta principal del hotel fue abierta con explosivos y había un brazo humano en la calle cortado desde el hombro”, dijo Serge Medic, el propietario suizo de una compañía de seguridad que corrió a la escena para ayudar a los civiles cuando se enteró del ataque.
Medic, quien estaba armado, relató que entró al edificio con un policía y dos soldados, pero fueron atacados y tuvieron que retirarse. Había una granada sin explotar en el vestíbulo, agregó.
“Un hombre dijo que vio a dos hombres armados con bufandas en la cabeza y bandoleras de balas”, dijo Medic a Reuters, mientras los disparos resonaban de fondo.
Kenia ha sido blanco de Al-Shabaab, un grupo de Somalia que llevó adelante un ataque que dejó 67 muertos en un centro comercial en 2013 y otro en 2015 en el que casi 150 estudiantes fallecieron en una universidad.