Los cárteles mexicanos están dejando rastro en Asia con el envío, cada vez más constante, de cargamentos marítimos de drogas sintéticas para ser distribuidas en países de esa zona, en alianza con grupos criminales locales.
Según un estudio de narcotráfico marítimo del Centro Internacional de Investigación y Análisis contra Narcotráfico Marítimo, la droga enviada por los cárteles como el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, principalmente metanfetaminas, llega con mayor frecuencia al puerto de Hong Kong, una ciudad semiautónoma del sur de China.
“En cuanto a las posibles rutas para el narcotráfico de este tipo de drogas sintéticas, se tiene registro de que los cárteles mexicanos han dejado un rastro en Asia, teniendo en cuenta una incautación de más de media tonelada de d.s [droga sintética] procedente de México, el alijo estaba oculto en un contendor con 251 sacos de cemento, antes de llegar a Hong Kong”.
El año pasado, las autoridades de esa ciudad decomisaron media tonelada de metanfetaminas en un contenedor procedente de México, que venía oculta en 251 sacos de cemento.
Antes de llegar a Hong Kong, el embarque estuvo más de tres meses en Vietnam y pasó también por Corea del Sur, pero la carga ilícita venía de México, de acuerdo con los documentos de la aduana.
Según autoridades de Hong Kong, las organizaciones criminales están utilizando una interfaz de modalidades como embarcaciones de pesca tipo industrial o embarcaciones de transporte procedentes de otros países, como México, cargadas con estupefacientes, posteriormente, cuando se encuentran cerca a la costa, la droga es transbordada a lanchas tipo go fast, que son las encargadas de la entrega de los estupefacientes sintéticos hasta la costa de Hong Kong.
“El tipo de droga sintética incautada en el evento, llamada ketamina, es un anestésico de efecto rápido que se utiliza tanto en seres humanos [como sedante en operaciones menores] y en animales [como tranquilizante]. A dosis altas, causa intoxicación y alucinaciones similares a las del LSD. La ketamina se puede tragar, fumar o inyectar en sus distintas formas y la gente que consume esta droga se puede volver sicológicamente dependiente, ya que causa delirios y su efecto puede tardar hasta dos horas”.
El año pasado, EL UNIVERSAL publicó que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se disputan el tráfico marítimo de cocaína hacia México, en Guatemala y Perú, que forman parte de las rutas de paso y origen, en alianza con grupos locales y productores de esta droga.
Las organizaciones criminales mexicanas ejercen control territorial en áreas rurales y fronterizas de ambos países para el tras- lado de los cargamentos de cocaína, con destino a Estados Unidos, sustituyendo a las antiguas estructuras criminales, de acuerdo con informes que las armadas guatemalteca y peruana entregaron al Centro Internacional de Investigación de Análisis contra el Narcotráfico Marítimo, con sede en Colombia.
En su reporte, la armada de Guatemala precisó que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezado por el michoacano Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, opera en el norte del territorio, donde se ubican los departamentos de Petén, Huehuetenango, Quiche, Alta Verapaz, colindantes con los estados mexicanos de Campeche, Tabasco y Chiapas.
En tanto, el Cártel de Sinaloa, fracturado entre las facciones de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y de Ismael El Mayo Zambada, tiene influencia en el sur guatemalteco, pegado a la costa del Pacífico, integrado por San Marcos, Quetzaltenango, Retalhuleu, Escuintla, Santa Rosa y Jutiapa.
En la región central de Guatemala hay presencia de “ambas organizaciones lo que podría llamarse un área en disputa o bien un área sin definir, con muy poca influencia”.
De acuerdo con la marina de ese país, la “influencia preponderante” de los cárteles mexicanos en territorio guatemalteco se originó en los primeros años del siglo XXI, cuando el gobierno de México determinó hacerle frente al narcotráfico y contener la llegada de estupefacientes a su territorio.