Adrián corre a los columpios, luego se desliza por una resbaladilla y eleva ambos brazos, suelta un grito y una vez en el piso corre al pasamanos, todo lo hace sin quitarse el cubreboca, y aunque a sus nueve años ya le dio Covid-19, asegura que debe “mantener las medidas de higiene y sana distancia, porque si no, nos va a agarrar desprevenidos el Covid y va a llegar la tercera ola”.
Entre los juegos de un parque público en Ecatepec, Estado de México, el menor de edad que sueña con regresar a clases presenciales cuenta que durante la segunda ola de la epidemia en el país, él y sus papás contrajeron el virus, y aunque no tuvo síntomas que requirieran hospitalización, al ver que a su papá le costaba trabajo respirar, pensó que morirían.
“Sólo un día me costó trabajo respirar, sentía tapada la nariz, pero nada más, lo que me dio miedo fue cuando vi a mi papá poner los ojos en blanco y decirle a mi mamá que sentía que se iba a desmayar, pensé que si le pasaba eso, los dos nos íbamos a morir”, relata.
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Adrián es uno de los 7 mil 510 niños de entre cinco y nueve años que se han contagiado de Covid-19 en la pandemia, de acuerdo con el tablero de datos del Conacyt. A la fecha, México suma 55 mil 106 casos positivos en niños y niñas que van de los 0 a 14 años.
Sobre el número de defunciones en este sector, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, indicó que desde el inicio de la pandemia, alrededor de 600 niños han perdido la vida.
El primero en saber que se contagió de Covid fue Jesús, el padre de Adrián, después su esposa Adriana. Ambos sintieron culpa porque días antes, en las primeras semanas de diciembre de 2020, salieron a reuniones.
El día 11 de diciembre le hablan a su esposo de su trabajo y le dicen: “Eres positivo, nos sentimos mal porque teníamos la esperanza como de que no fuera cierto. A él se le vino el mundo encima. Días después supe que yo también estaba contagiada y luego mi hijo. Pensamos que moriríamos y qué sería de nuestro hijo”, relata Adriana.
Luego de pasar la crisis emocional, Jesús buscó información en internet sobre el coronavirus en niños. Ahí supo que la letalidad era menor y se tranquilizó: “Estuve investigando en páginas de internet y buscando información relativa al Covid en los pequeños y supe que no había casos graves de niños y se manifestaba como una pequeña gripa o un malestar de un día y así paso, gracias a Dios”, explica.
José Luis Salinas Selaya, coordinador de Áreas Críticas Covid y Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Infantil Privado Star Médica, coincide con la investigación realizada por el padre de Adrián y explica que a más de un año de que llegó la pandemia a México, la evidencia ha demostrado que el coronavirus no impacta con la misma gravedad a niños como a adultos.
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“En un inicio se pensó que los niños no serían afectados, pero después del primer pico se empezaron a dar casos de contagios en menores, lo que es un hecho es que la gravedad no se manifestaba en las mismas condiciones que en los adultos y hasta ahora no tenemos factores de riesgo tan identificados”, dice.
Pese a este panorama, detalla que si bien la población infantil no es tan afectada por el virus, no se debe bajar la guardia puesto que el hecho de que los niños no presenten sintomatología grave no implica que no contagien, y que eso puede poner en riesgo a otros grupos de edad.
El tiempo que el Covid se instaló en casa de la familia de Adrián fue de 15 días.