La doctora Elisa nunca supo que tenía Un día antes de morir dio consulta en la Clínica 9 del IMSS de Monclova, Coahuila, terminó su jornada y por la noche bromeó con sus hermanos sobre el virus. El sábado 4 de abril a pesar de que no se sentía bien, la médico general de 43 años manejó en su auto hasta la Clínica 7 del IMSS, de la misma ciudad, para atenderse lo que parecía una simple infección respiratoria. Ese mismo día murió en el tercer piso del hospital donde se presentó uno de los mayores brotes de coronavirus de México.

Según datos oficiales, al corte del 11 de abril, en Coahuila hay 172 casos positivos, nueve personas han fallecido en Monclova y 13 a nivel estatal. Un empleado de dicha clínica dijo que hay, al menos, una decena de trabajadores contagiados de Covid-19. Tan sólo en Monclova hay 96 casos positivos entre una población de 230 mil habitantes.

En el acta de defunción, verificada por EL UNIVERSAL, se asentó que Elisa Amaya, madre de una niña de 12 años, murió de “Sars Covid-19 1 día”.

Su hermano, Raúl, quien también es médico, aseguró que Elisa llegó a urgencias con una tos continua que hizo que su saturación de oxígeno bajara “de forma importante”, pero no sabe a qué área de ese hospital fue enviada, tampoco si estuvo vigilada por especialistas o aislada.

Una gran parte de la familia Amaya Cruz trabaja en los servicios de salud pública. Dos hermanas laboran en la Clínica 7, una en el área de enfermería y otra en el almacén, Raúl es médico de la Secretaría de Salud en Piedras Negras. La familia comenzó la búsqueda de respuestas que le den sentido a esta tragedia familiar. En un inicio, una de las hermanas presentó síntomas de Covid-19, por lo que la familia pensó que quizás de ahí venía el contagio; sin embargo, las pruebas realizadas a los demás familiares con los que Elisa tuvo contacto resultaron negativas.

Aunque no pudo asegurar la forma o el lugar en el que Elisa se contagió, lo que sí pudo cuestionar Raúl fue la prisa por incinerar el cuerpo, y la falta de medidas sanitarias en un hospital que se volvió un foco de infección.

Así viven los contagiados de Covid-19 en Monclova
Así viven los contagiados de Covid-19 en Monclova

“Yo hablé con mi hermana el viernes en la noche, estábamos botaneando [bromeando] porque ya se sentía mejor, yo le había indicado por teléfono que tomara paracetamol, medicamentos originales, que se resguardara en su casa y ella me decía ‘se me hace que Celina [la hermana con sospecha de Covid-19] no se nos va a ir, y yo que ya me iba a llevar al Pollo, su hijo’. Ella tenía una algarabía que la hacía muy característica, y así era con todos los que la conocieron”, mencionó Raúl.

Cuando preguntó por qué y cuál era la prisa por cremar los restos de Elisa, no le supieron decir. Pidió que no lo hicieran, pues no aceptaría un certificado que “no estuviera firmado por el médico que aparentemente la trató, tenía el diagnóstico [inicial] de neumonía atípica, pero esos pacientes no se incineran”, expresó.

Tras varias manifestaciones de indignación entre la comunidad médica y redes sociales, Raúl comentó que un grupo de especialistas médicos del gobierno estatal llegó a la funeraria con equipo de protección para practicarle a su hermana una biopsia de pulmón post-mortem para conocer si efectivamente el coronavirus fue lo que acabó con su vida. A la fecha, no ha recibido los resultados.

“No pudimos llorarle, velarla, ni rezarle y no hemos podido porque tenemos a mi otra hermana aislada, es algo muy duro para la familia, todo parece ser que se inició por el brote de la Clínica 7 del Seguro Social”, expresó.

De su hermana menor, una mujer de 40 años, contó que pasó días complicados por la insuficiencia respiratoria. “Nos mandaba mensajes de voz donde se oía pésima, decía que tenía dolores de abdomen terribles, que le faltaba el aire”.

Por fortuna, su salud ha mejorado. Idealmente, el plan de la familia Ramos Cruz es que sea ella quien se quede al cuidado de la niña que Elisa dejó.

“No se lo deseo a nadie”

Paula es una de las enfermeras de la Clínica 7 del IMSS en Monclova que también resultó positiva de Covid-19. Tiene 11 días en confinamiento en el cuarto de su casa. Hasta el 8 de abril, su esposo le llevaba la comida a la puerta de la habitación. Ser una de las personas contagiadas ha sido una experiencia “traumática y desesperante”, lo único que la ha mantenido tranquila son los libros de medicina que tiene para distraerse.

“He tenido momentos de angustia, desesperación, pero cuando me siento mejor me pongo a leer, a estudiar, artículos sobre hemodiálisis, literatura que me ayude, ya no quiero estar leyendo nada del Covid, ya no quiero nada de eso”, dijo en entrevista telefónica.

La especialista en cuidados intensivos tiene dos hipótesis de cómo fue que contrajo el virus. La primera es que tuvo contacto con otra enfermera que venía del área donde estuvo un médico que falleció a causa del virus, el doctor Walberto Reyes.

En tanto, la segunda es que atendió a un enfermo que estuvo cerca del paciente cero, el chofer que viajó a Estados Unidos. “Lo tenían aislado en un cubículo dividido con una cortina de plástico, nada más”, contó.

Así viven los contagiados de Covid-19 en Monclova
Así viven los contagiados de Covid-19 en Monclova

“Cada vez me sentía peor, pero creo que los días de síntomas más agudos ya los pasé, ayer mi esposo empezó con sintomatología, yo lo veía raro pero nada más me tocaba la puerta para dejarme la comida, y ayer que le dije siento hambre, mi hijo me dijo que se fue a consulta porque se sintió mal, y ya lo incapacitaron”, reveló.

Ahora, su hijo, de 17 años, se está haciendo cargo de ambos, lo que aumentó la impaciencia de Paula por librar el virus para poder hacerse cargo de su familia. La epidemióloga le dijo que en 14 días ya estaría recuperada.

“Es una situación que no le deseo a nadie, los síntomas son muy agresivos. Empecé con mucha debilidad, fiebre, dolor de garganta, tos, dolor muscular, pérdida del apetito. Ya llevo 11 días así. Dijeron que a los 14 días ya me tengo que regresar a trabajar, pero si me preguntan y yo siendo sincera me siento muy débil todavía”, expresó.

“De ahí todos salimos mal”

Juan es un enfermero de 40 años de la Clínica 7 de Monclova. Su nombre fue modificado por temor a represalias laborales. Dijo que también estuvo en contacto con el paciente cero. Aproximadamente 20 días después de esa fecha, lo diagnosticaron como sospechoso de Covid-19 y ahora se encuentra en aislamiento en su casa.

“Lo ingresamos [al chofer] sin ningún protocolo, porque [la pandemia en México] aún no estaba en la fase dos. Los que estaban ahí, lo atendieron en fin de semana, quisieron subirlo a un (lugar) aislado, pero los directivos no quisieron por no alarmar a la comunidad y ya era muy tarde. De ahí salimos todos mal”.

Además, Juan teme por su vida, pues padece una de las enfermedades que agravan a los contagiados por este virus. Para distraerse en el confinamiento, pasa su tiempo en redes sociales y platicando en el celular. Contó que cuando se cansa de estar en la cama, se sienta en el piso y ve la televisión. En un chat de Whatsapp de los empleados de esa clínica, entre los que hay varios contagiados, platican de cómo les va durante la cuarentena.

“Olvídate, todo el miedo del mundo, desamparados, no nos dicen rápido los resultados, mis compañeras algunas no saben, está muy lento todo, y tenemos mucho miedo, yo estoy aislado en mi casa, mi esposa me trae la comida y yo aquí manejo la basura”, dijo.

El enfermero ha tenido febrícula como único síntoma y se encuentra en espera de la prueba oficial; sin embargo, reveló que mediante sus conocidos dentro del personal médico logró hacerse unas radiografías para conocer el estado de su sistema respiratorio, gracias a eso supo que era sospechoso y decidió iniciar un tratamiento basado en diversos medicamentos.

“Aquí estamos, pero andamos agüitadones”, dijo, al confirmar la muerte de un compañero más, el doctor Mario Trejo, y compartir el video de la recuperación de otro colega.

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