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El partido de la Selección Mexicana de futbol no despertó gran interés en el Senado de la República , y a diferencia de la Camara de Diputados , los senadores sesionaron como cualquier otro día y no interrumpieron la sesión del pleno, quizás porque intuían que el equipo nacional sería eliminado del Campeonato del Mundo Qatar 2022.
Solo algunos legisladores que son fanáticos del futbol se pusieron la playera verde y siguieron las incidencias del encuentro en la que México venció 2-1 a la selección de Arabia Saudita.
Xóchitl Gálvez y Germán Martínez -vestido con su ropa habitual- sufrieron los casi 100 minutos del partido, sentados frente a una pantalla que se colocó ex profeso para esta ocasión en el área del Senado conocida como “La cuña”, mientras que otros prefirieron ver el juego en sus oficinas, como fue el caso de Raúl Bolaños Cacho Cué, del Partido Verde, quien también se enfundó en la casaca verde de la selección nacional.
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El senador panista Damian Zepeda también vio el primer tiempo en primera fila junto a sus dos compañeros, pero ya no regresó para el segundo tiempo.
Mientras en el Salón de Sesiones se desahogaba la agenda del día, la senadora Xóchitl Gálvez era un manojo de nervios, rezándole a todos los santos para que hicieran el milagro de que México pasara a la siguiente ronda del Mundial.
La panista vio el primer tiempo junto con su compañero de bancada Damián Zepeda, quien también se puso la camiseta verde, y Germán Martínez, del Grupo Plural. “¡Vamos!, ¡Vamos!, gritaba la senadora cada vez que el equipo mexicano atacaba, y pedía penalty a favor de México a la menor provocación. ¡Manos!, exigía al árbitro como ella si estuviera en las primeras filas del estadio.
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Con el silbatazo que puso fin a la primera mitad, los tres senadores se levantaron desanimados de sus asientos para hacer otras cosas en el medio tiempo, pero mantenían la confianza en que los muchachos del “Tata” Martino harían la hombrada de ganar por goleada.
Mientras tanto, en el Salón de Sesiones el senador panista Víctor Fuentes pedía al presidente de la Mesa Directiva que se verificara el Quórum, pues el recinto se había ido vaciando.
Con el inicio del segundo tiempo, la esperanza tricolor renació, con el triunfo parcial 1-0 de Argentina sobre Polonia, y el primer gol de la escuadra mexicana, que sorprendió a la misma Xóchitl Gálvez, que apenas llegaba a su asiento y no vio la anotación.
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A partir de ese momento comenzaron las emociones fuertes, con más llegadas de la selección nacional sobre la portería contraria. Con la segunda anotación mexicana, golazo de Luis Chávez, los gritos de los senadores y de todos los que observaban el partido en “La cuña”, retumbaron en el Senado.
Minutos después, el presidente de la Mesa Directiva dio por finalizada la sesión del Pleno, pero la nota estaba en la renacida esperanza de que México superara los malos augurios y goleara a su rival, que parecía derrotado.
“Diosito, dejó una semana en paz al presidente López Obrador si México mete otro gol”, rezaba la senadora Xóchitl Gálvez, quien saltaba continuamente de su lugar en primera fila frente a la pantalla.
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“Funes Mori, cállanos la boca a todos con un gol”, pedía el senador Germán Martínez, en el momento en que el futbolista nacido en Argentina y naturalizado mexicano entró a la cancha para disputar los últimos minutos del encuentro.
En la segunda fila, la senadora del Grupo Plural Nancy de la Sierra alentaba a los jugadores mexicanos para que metieran el ansiado tercer gol.
Los tres senadores brincaron de emoción con el gol de Uriel Antuna que ponía a México en la siguiente ronda, pero el grito se ahogó al marcarse fuera de lugar.
Pero el gozo se fue al pozo cuando un descuido de la zaga mexicana permitió el gol de Arabia Saudita, que enterraba las aspiraciones mexicanas.
En ese momento, y sin esperar a que concluyera el partido, los tres senadores y el resto de las personas que observaban el partido se levantaron de sus asientos.
“Son unos pend…”, “nos hacen pasar puros corajes”, “si así hubieran jugado los otros dos partidos”, fueron algunos comentarios que hicieron los legisladores, quienes no ocultaron su decepción y molestia.
Con información de Luis Carlos Rodríguez
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