CDMX.- Las últimas horas de libertad de Rosario Robles las pasó entre sus abogados, papeles y un juez que no escuchó su ruego de no someterla a prisión .

La audiencia de vinculación a proceso en la que la defensa de la extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) presentaría las pruebas a su favor, estaba programada para el lunes a las 18:00 en el Reclusorio Sur .

Desde una hora antes, la ex funcionaria arribó al lugar en una camioneta BMW azul marino y vestida de blanco con una mascada roja que adornaba su cuello.

“Estoy aquí, antes de las 6 de la tarde, para presentar la defensa para demostrar mi inocencia y confío plenamente en la autonomía del poder judicial, por eso estoy aquí.

“Como siempre se los he dicho con las faldas bien puestas, tomando al toro por los cuernos y dando la cara”, dijo.

La ex funcionaria se enfrentó a la acusación que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene en su contra por ejercicio indebido del servicio público al supuestamente omitir alertar al ex presidente de la República, Enrique Peña Nieto, sobre los desvíos ocurridos durante su administración al frente de la SEDESOL y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) que ocasionaron un daño al erario federal de 5 mil 73 millones 358 mil 846 pesos.

Al inicio de la diligencia la defensa aseguró que en dos ocasiones la FGR rechazó recibir los datos de prueba que reunieron durante el fin de semana.

La FGR argumentó que “desconocían” que recibirían datos de prueba, a pesar de que desde el jueves de la semana pasada los abogados de Robles anunciaron que lo harían.

Al considerar el volumen de la documentación que presentaron los abogados de Robles, los fiscales solicitaron un receso de una hora y el juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna aprovechó el momento para reprenderlos.

“No les voy a dar una hora y no sé para qué me vienen a pedir permiso a mí, sí ya saben que es su obligación, no tienen que pedir permiso para hacer su trabajo”, dijo.

Al regresar a la sala de audiencias, el abogado Óscar Rogelio Ramírez Santiago enunció los 32 datos de prueba a favor de Rosario Robles.

La FGR logró que el juez desechara dos testimoniales y una pericial de la defensa.

Una de las testimoniales fue la de María Eugenia Romero Martínez, ex secretaria particular de Rosario Robles en Sedesol y Sedatu, quien refirió que la ex funcionaria comunicaba de las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) al ex presidente Enrique Peña Nieto e instruía al Oficial Mayor, Emilio Zebadúa, solventar las mismas.

El abogado respondió la solicitud de vinculación a proceso emitida por la FGR y se refirió a los 24 dictámenes emitidos por la ASF sobre irregularidades en Sedesol y Sedatu mismos que aseguró fueron realizados cuando los contratos cuestionados ya habían sido consumados, por lo que Robles no podía frenarlos ni prevenirlos.

Además argumentó que algunos dictámenes fueron emitidos cuando Robles ya no estaba en Sedesol ni en Sedatu, por lo que no le correspondía a ella solventar las observaciones sino a sus sucesores.

“Es un acto de cinismo decir que ella no era responsable porque los dictámenes fueron emitidos fuera de su esfera jurídica porque ya no era servidora pública”, calificó el juzgador.

En la sucesión de SEDESOL los abogados refirieron que Robles informó al nuevo titular, José Antonio Meade, qué observaciones de la ASF habían sido solventadas y cuáles estaban pendientes, según el anexo 21 folios 630 al 633 del acta de entrega-recepción de la dependencia.

“Esto es una joya y no lo trajeron por casualidad”, enfatizó el juzgador.

Emplazó a la defensa para que el 16 de agosto próximo entregue copia certificada del acta de entrega-recepción de Sedesol a la FGR para que determine si investigará a Meade por no cumplir con su obligación de solventar las observaciones de la ASF.

La defensa presentó las resoluciones del Órgano Interno de Control de SEDESOL y Sedatu que concluyeron que no existieron las irregularidades observadas por la ASF, que los entes contratados sí cumplían con los requerimientos técnicos y que no había elementos para fincar responsabilidades.

Al detallar la entrevista que el abogado realizó a la propia Rosario Robles, relató que la ex secretaria de Estado sí notificó directamente a Peña Nieto las observaciones de la ASF a través de la “línea roja”, en reuniones de gabinete y giras de trabajo.

“Sí le puse en conocimiento a Enrique Peña Nieto a través de la línea roja o red federal, la forma de comunicación era así y las reuniones de gabinete”, citó el abogado a Robles.

El juez observó que la defensa no presentó ningún oficio que acredite que Peña Nieto tuviera conocimiento de los hechos, por lo que, sugirió que de existir un aviso por escrito y no presentarlo ante la FGR, Robles estaría encubriendo al ex presidente.

“Si existen avisos por escrito a Enrique Peña Nieto y no los presentó, está encubriendo al ex presidente, por lo que se debe aclarar si Peña Nieto está involucrado y si actuó o no en este caso”, sugirió el juez.

Desde la media noche, Mariana Moguel hija de Rosario Robles, quien permanecía sentada atrás de su madre, fue vencida por el sueño y aunque está prohibido dormir en la sala de audiencias, ningún elemento de seguridad procesal se atrevió a llamarle la atención.

Mientras tanto, su madre estaba por vivir uno de los momentos más duros. A las 3:48 de la mañana el juez comenzó a exponer los argumentos del auto de vinculación a proceso que dictó en su contra por ejercicio indebido del servicio público en Sedesol y Sedatu por no evitar que los funcionarios a su cargo cometieran los desvíos referidos por la FGR.

“De haber querido evitar los hechos hubiera ejercido su facultad para hacerlo pues era la única que podía influir en el Oficial Mayor, Emilio Zebadúa, quien firmó la mayoría de los contratos irregulares, para que dejara de celebrar estos actos jurídicos pero no lo hizo simplemente porque no quiso”, precisó el juzgador.

Para las 4:56 de la madrugada la suerte estaba echada, la investigación contra Rosario Robles podrá continuar.

La FGR pidió la prisión preventiva justificada porque consideró que Robles representa riesgo de fuga, peligro para los testigos y no tiene arraigo en la Ciudad de México.

“Ya no tiene el manto protector de impunidad que tenía con Enrique Peña Nieto cuando le dijo ‘no te preocupes, Rosario’, no bastaba con que hoy se presentara voluntariamente a comparecer pues existe peligro de que obstaculice las investigaciones”, espetó el fiscal Manuel Granados Quiroz.

“Qué bueno que vino a dar la cara, lamentablemente lo hizo mucho tiempo después de que nos vieron la cara a todos los mexicanos”.

Antes de que el juez decidiera si Rosario Robles regresaría a casa o no, tomó la palabra y destacó que se presentó voluntariamente, que ha vivido en la misma casa durante 24 años y que ha trabajado toda su vida en esta Ciudad de México.

“No tengo un patrimonio que me permita huir de la justicia. No tengo millones de pesos para irme a vivir a Canadá y regresar impunemente”, respondió Rosario a las afirmaciones del fiscal Granados.

“Mi única cuenta bancaria está congelada y cuando hablo de que doy la cara es porque siempre la he dado (…) no hay razón para que se pida esa medida cautelar por parte del ministerio público”.

El juez desestimó los argumentos y por ello, la noche de este martes será la primera que Rosario Robles pasará en una celda del penal de Santa Martha Acatitla.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses