Fue una ceremonia solemne del Grito de Independencia, pero poco a poco va desapareciendo el sentimiento de tristeza del año pasado a causa de la pandemia.
Se extrañó, y mucho, ese coro monumental de 130 mil almas del primer Grito de la 4T para que hiciera segunda a los “vivas” que anoche lanzó el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el balcón central de Palacio Nacional en su tercer Grito de Independencia.
Algunos, los que desafiaron las restricciones, trataron de acercarse a Palacio Nacional por las calles de Madero y Palma, cerradas con vallas metálicas, y desde ahí gritaron un “¡Viva México!” que sonó hasta Palacio.
Ayer, en el ambiente dominó la solemnidad. Minutos antes de las 23:00 horas, el Titular del Ejecutivo guardó un minuto de silencio, junto con su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, en honor a las víctimas del Covid-19.
“Mexicanas, mexicanos: ¡Viva la Independencia! ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla! ¡Viva José María Morelos y Pavón! ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Leona Vicario! ¡Viva Vicente Guerrero! ¡Vivan los héroes anónimos!
“¡Viva la libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la igualdad! ¡Viva la democracia! ¡Viva la honestidad! ¡Viva nuestra soberanía! ¡Viva la fraternidad universal! ¡Viva el amor al prójimo! ¡Vivan las culturas del México prehispánico!”, arengó el Presidente, para terminar con tres “¡Viva México!” a un Zócalo vacío.
En la fachada de la Catedral fueron proyectadas las imágenes de Miguel Hidalgo y José María Morelos. Ambos sacerdotes fueron excomulgados por la Iglesia católica debido a su participación en el movimiento independentista del país.
Se extrañaron las caras pintadas, las pelucas tricolores... se extrañó a los actores de la fiesta de los mexicanos.
Leer también: Lila Downs cerrará la ceremonia del Grito de Independencia