Fuerzas federales asestaron un duro golpe al principal abastecedor de fentanilo y drogas sintéticas del Cártel de Sinaloa, que junto a su enemigo el Cártel Jalisco Nueva Generación son los principales traficantes del enervante a Estados Unidos, que padece una crisis por el consumo de este opioide, más potente que la morfina.

La Fiscalía General de la República (FGR), el Ejército y la Guardia Nacional detuvieron a Armando “N”, El Inge, a quien aseguraron 118 kilogramos de fentanilo puro, considerado el mayor decomiso en la historia de esa droga, que tiene un precio estimado en el mercado nacional de 970.4 millones de pesos. De acuerdo con las autoridades, El Inge y cuatro de sus colaboradores fueron ubicados en un inmueble que era empleado como laboratorio de droga sintética en el que se ocultaban, gracias a trabajo de investigación e inteligencia.

Se presume que el grupo delictivo encabezado por El Inge producía aproximadamente 70 kilogramos de pasta base para la confección de 70 millones de pastillas de fentanilo para abastecer al Cártel de Sinaloa, y tenía presencia logística tanto nacional como internacional. Al momento de ser detenidos se les aseguraron 118 kilogramos de pasta con las características del fentanilo, cuatro bolsas de sustancias químicas precursoras de pasta de fentanilo, dos kilogramos de un compuesto químico con características similares al inositol, un arma larga, cuatro armas cortas, mil 50 cartuchos de diversos calibres, dos vehículos, 86 mil pesos, 14 mil 660 dólares, 160 bolívares y utensilios para la elaboración de drogas sintéticas

El pasado martes, un juez federal vinculó a proceso a Armando “N”, El Inge, por el delito de delincuencia organizada, así como a cuatro de sus colaboradores, quienes fueron detenidos el pasado 28 de octubre de 2021, en el marco de la Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones Juntos por la Paz.

La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) considera difícil que los cárteles mexicanos pierdan el control del tráfico de cocaína y fentanilo hacia ese país, ya que no hay grupos de traficantes “posicionados para desafiarlos” a corto plazo.

En su informe Amenazas de drogas 2020, la DEA señaló que en tanto las organizaciones criminales mexicanas “dominan la distribución mayorista” de cocaína en Estados Unidos, sus aliados colombianos mantienen el control sobre la producción y suministro de esta droga.

“Las organizaciones criminales trasnacionales mexicanas (TCO, por sus siglas en inglés) controlan el tráfico de cocaína en Estados Unidos, que probablemente continuará, ya que no hay grupos de traficantes posicionados para desafiarlos a corto plazo”, advirtió la agencia estadounidense en su informe anual.

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