Imaginación, creatividad, paciencia y el uso de diversos materiales son elementos indispensables que los floristas deben tener en cuenta a la hora de crear arreglos florales. Lo anterior está presente en personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual, por lo que aprender este oficio representa una oportunidad de emprendimiento valiosa para alcanzar la independencia económica.
“Es una fuente de ingresos y eso es lo que queremos lograr: que ellos adquieran herramientas y puedan emprender su propio negocio”, cuenta para EL UNIVERSAL Yesenia Escudero, directora general de la fundación Mosaico Down.
El proyecto inició en agosto de 2022 y desde entonces, jóvenes de todas partes de la Ciudad de México asisten al taller que les enseña técnicas; cómo limpiar flores; combinaciones de colores; el ritmo, movimiento y la soltura que deben tener los arreglos florales para que no se vean saturados.
Al contar cómo inició Floridown (floristería que vende y envía los arreglos hechos por los 16 alumnos del taller) Yesenia recuerda que a inicios de la pandemia, la fundación se vio en problemas por la falta de donativos.
A unas semanas del Día de las Madres, decidió ver tutoriales y aprender a armar arreglos; al poco tiempo se enfocó en estudiar diseño floral y se dio cuenta que las personas de la fundación podían aprender este oficio dadas sus cualidades creativas.