Las vivencias de quienes formamos parte de las eras geológicas de como padre, abuelo, hermano, mentor y entrañable amigo, motivan el presente artículo. La pluralidad, característica que en vida y obra abanderó, permite que personajes de todas las ideologías dediquemos un pensamiento en su memoria:

Porfirio Muñoz Ledo fue un gran mexicano, demócrata y patriota. Pero sobre todo, la familia lo recuerda siempre como un padre didáctico, imaginativo y amante de la cultura y las artes. Un gran ejemplo para los hijos de congruencia, honestidad y responsabilidad.

Fue un hombre de estado y con visión de largo plazo. Siempre adelante de sus tiempos y nunca tarde a una cita. Sus aportaciones son hoy realidades concretas y su legado, fuente de inspiración para las generaciones presentes y futuras.

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Sus hijos, Porfirio Thierry, Lorena, Alejandro, Verónica y Tamara

Los amigos son la familia que uno escoge para el resto de la vida. Eso fue Porfirio para mí, independientemente de sus luchas y herencias. Un ser humano que pugnó por sus ideales democráticos y de igualdad social, fueran políticos o personales, parte y constancia de su ser, llevándonos a una hermandad que inspiró a crear la Corriente Democrática.

Su recuerdo y legado perdurarán por siempre; para el país como un patriota, para mí como un hermano al que adopté por convicción.

Ifigenia Martínez

Un luchador, un amigo, dio aportaciones muy importantes a la democracia, al cambio democrático, se mantuvo en esa lucha y pues así es como lo vamos a recordar, como un luchador.

Cuauhtémoc Cárdenas

El consejero, el abuelo político al que adoptamos por lazos de afinidad y cariño. Sus enseñanzas, simpatía y profunda inteligencia nos acompañan en nuestros quehaceres diarios. Cómo olvidar esos domingos de eterna reflexión sobre temas de toda índole, desde política hasta astronomía.

Porfirio, el hombre de Estado con quien la vida nos permitió convivir desde niños.

Rodrigo Rojas

Mexicano cuyo pensamiento era un relámpago que enceguecía a la ignorancia. Un día me preguntó cuál era su defecto, le contesté: "ofendes con tu inteligencia a tus interlocutores”.

Cuando joven fue boxeador, vocación que lo convertiría en peleador incansable por la democracia. Ejemplo de su lúcido y multidimensional pensamiento fue su participación como coautor de la Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados.

Siempre inconforme como hombre sin fronteras pero con una sola brújula: su amor por México y la libertad.

Augusto Gómez

Empezamos con una relación subordinada de mi parte y terminamos siendo amigos por las causas que compartimos durante cincuenta años. Me invitaba y lo acompañé en varios proyectos que fluían de su inagotable imaginación, amplios conocimientos y gran inteligencia, así como por su incuestionable interés por hacer de México un país mejor.

Clara Jusidman

Los maestros de vida que dejan huella son aquellos cuyos ideales y principios son honrados, sus enseñanzas atesoradas y su memoria respetada. Maestro de la democracia, pilar de instituciones. Crítico de la demagogia, firme de convicciones y tribuno inigualable, su legado perdurará en la vida política del México contemporáneo como uno de los constructores de la democracia y la transformación de nuestro país. Con respeto y admiración permanece en nuestro vivir, nos recuerda lo efímero del poder, y la grandeza de servir con honor y entrega al pueblo de México.

Alberto Anaya

El diálogo con él en la Asamblea Constituyente de la CDMX fue de gran altura. Con su enorme cultura y conocimiento trataba de convencerme sobre la pertinencia de un tribunal constitucional independiente; yo, por lo contrario, me inclinaba por una sala constitucional. Más allá del diferendo, aprendí mucho de sus conocimientos jurídicos, lo que con generosidad compartía con quienes lo escuchábamos.

Olga Sánchez

Fue uno de los actores políticos principales de la reforma política de 1997 y contribuyó a construir un nuevo andamiaje jurídico, convencido de que México merece un Estado democrático de derecho e igualitario.

Amalia García

Porfirio vive en las instituciones creadas durante la transición democrática, en el eco de su genuino ánimo de diálogo, en sus debates memorables, tan ríspidos como necesarios y tan conciliadores como convenientes, en su espíritu de lucha que nunca muere.

Santiago Creel

Gran reformador, tribuno formidable, apasionado estratega. Brillante, político extraordinario, polifacético, luchador irreductible y patriota de nuestro tiempo. Con orgullo confieso que una de las mayores satisfacciones de mi vida fue mi amistad con él.

Jorge Torres

Mucho se ha escrito sobre su trayectoria, y como él solía decir: “todo mundo tiene una anécdota con Porfirio”. Con sentido del humor, dotado de sarcasmo e intelectualidad, adjudicaba los mejores apodos, exaltaba defectos y virtudes desde la ironía sobre sí mismo. Reconocía sus errores y entendía que el límite de su inteligencia radicaba en reconocer la de los otros. Puntual para sus compromisos y perfeccionista aún con lo que estaba bien hecho.

Boxeador, bailarín, campeón de oratoria pese a la tartamudez, bohemio y romántico por antonomasia. Confrontó presidentes, gestó la transición democrática, resistió atentados. Parecía vacunado contra el temor a morir. Nunca tuvo la heráldica, pero sobresalía con brillantez. Disputó su lugar en las élites, se convirtió en aristócrata ilustrado por excelencia sin soslayar sus orígenes. Orgulloso de su cuna normalista hizo de la política una pedagogía social.

Herencia trágica: nunca tendremos un líder que sea mentor, amigo y compañero de lucha. A través de anécdotas y consejos, su luz no se apagará en nosotros. Pensábamos que nos duraría siempre porque era tan grande como la vida misma. No nos preparó para su ausencia. Permanece la nostalgia, pero al evocar su palabra por encima del silencio, reconocemos que su impronta es más grande que lo que se llevó. Fiel a su espíritu protagonista, pareciera que planeó el día de su partida. Siempre dijo que los mejores eventos debían suceder en domingo para que el lunes aparecieran en ocho columnas.

Su congruencia republicana lo dejó solo, pero lo consolidó como la consciencia de la transformación. Hasta el final demostró que “se puede tener el poder y no pasar a la historia; y pasar a la historia sin tener el poder”.

Lilia Moreno (Q.E.P.D.), Alfonso Velasco, Enriqueta, Roselli Reyes, Iván Pedroza, César Zúñiga, Brenda Gómez, Víctor Domínguez, Hugo Núñez, Jorge Núñez, Sergio Álvarez, Sergio Castro, Marcelino Sánchez, Paula Vázquez y Marcos Lozano

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