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Culiacán, Sin.— En medio de la incertidumbre por la jornada violenta del pasado jueves, las extorsiones y los secuestros virtuales o por vía telefónica se activaron en la capital de Sinaloa.

Con supuestos avisos de que sus líneas de celular fueron clonadas u ofrecimientos de brindarles auxilio, delincuentes quisieron engañar a hombres y mujeres. La amenaza no sólo estaba afuera, entre los balazos, también traspasó a las comunicaciones.

Ante la situación, la fiscalía estatal alertó a la población sobre este modus operandi de grupos delictivos, los cuales intentaron aprovechar el miedo para engañar a los ciudadanos, enganchando con mentiras a algunos.

Conforme pasaron las horas, a Culiacán le llegaba un poco de calma: desde la noche del viernes, alrededor de 230 elementos del Ejército se unieron a las labores de patrullaje y vigilancia.

Ayer por la tarde se informó que cuatro reos, de los 51 que permanecían prófugos tras una fuga masiva en el penal local, se entregaron voluntariamente.

Aún se siente miedo. En las calles, testigos de las escenas de una especie de guerra, que se concentró en una de las zonas de moda de la ciudad —por sus bares, restaurantes y plazas comerciales—, se animaron a reanudar sus actividades, aún con el miedo de que se repitan los choques violentos.

En un sitio donde permanecieron expuestos por casi 20 horas los cuerpos de cuatro civiles, los dueños de negocios cercanos limpiaron los rastros de sangre.

Jesús, un mesero de 26 años, recordó que en los disturbios tuvo que encerrarse en la cocina, junto con compañeros y comensales, ante el temor a las balas. Su zona de trabajo, ubicada en el bulevar Enrique Sánchez, fue el sitio donde se escenificó el intento por capturar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.

A su voz se une la de una gerente de un restaurante, ubicado dentro de una plaza comercial, quien pidió mantener el anonimato y recriminó la actuación poco eficaz de la autoridad.

“Tuve que auxiliar a una joven con dos meses de embarazo, también a madres y a sus hijos. Nadie sabía dónde ocultarse por los estruendos de las armas”, dice.

La Secretaría de Seguridad Pública estatal identificó como puntos conflictivos y de mayor riesgo al centro de Culiacán, los fraccionamientos Chapultepec, Las Quintas y el Desarrollo Urbano de Tres Ríos.

Cristóbal Castañeda, titular de la dependencia, informó sobre los elementos del Ejército que llegaron. Adelantó que arribarán más, hasta sumar 600 efectivos.

Por otro lado, un mensaje de unidad y tranquilidad fue expuesto por el gobernador Quirino Ordaz, en reunión con líderes empresariales, a los que les reseñó el respaldo que se recibe de la Federación para restituir la paz.

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