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El Paso, Texas.— El narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, cofundador del poderoso Cártel de Sinaloa junto a Joaquín El Chapo Guzmán, compareció ayer ante un tribunal federal de Estados Unidos para una audiencia procedimental, una semana después de que fuera arrestado por sorpresa al aterrizar en la ciudad fronteriza texana de El Paso.
Zambada llegó en una silla de ruedas, rodeado por cuatro agentes, mientras que otra decena de miembros de las fuerzas del orden vigilaban el interior y el exterior del tribunal, dijo El Paso Times.
Vestido con una sudadera azul oscuro con las palabras carpe diem (vive el ahora, en latín), Zambada, de 76 años, escuchó a la jueza federal Kathleen Cardone dar una actualización sobre su caso a sus abogados y los del gobierno.
El Mayo, un poderoso narcotraficante que nunca había sido arrestado a pesar de ser considerado uno de los hombres más buscados de la Agencia Antidrogas (DEA) de EU por décadas, se vio delgado y débil durante la audiencia, en la que estuvo casi todo el tiempo con los brazos apoyados sobre las agarraderas laterales de la silla. Tenía el rostro pálido, con los cachetes caídos, escaso pelo en la cabeza de color negro artificial y un pequeño bigote marrón.
Cuando todos los presentes en la sala de la corte federal se levantaron al entrar la jueza Cardone, Zambada le tocó el brazo a su abogado haciendo un gesto para que lo ayudara a levantarse de la silla de ruedas, pero no lo consiguió.
Durante la audiencia, que duró menos de 10 minutos, la jueza concedió una petición de la fiscalía y la defensa para retrasar por al menos 30 días los procedimientos a fin de dar tiempo a la recolección de evidencia.
La audiencia se centró en si uno de los abogados de Zambada enfrenta un conflicto de intereses. Zambada es representado por Frank A. Pérez y Ray Velarde.
La magistrada recordó que Pérez formó parte de la defensa del hijo de El Mayo, Jesús Vicente Zambada, alias Vicentillo, en Illinois y le preguntó directamente si conocía ese “conflicto” y si estaba de acuerdo con ello. Fue la única vez que se escuchó la voz de Zambada, quien se limitó a decir: “Sí”.
El hijo de Zambada fue liberado por las autoridades de Estados Unidos después de haber sido condenado a 15 años de cárcel en 2019 y, según medios estadounidenses, está ahora bajo un progra ma de protección de testigos.
La juez determinó que el de El Mayo es un caso “complejo”, por las ramificaciones que tiene. Eso implica que no habrá un juicio rápido. La próxima audiencia, señaló la magistrada, quedó programada para el 9 de septiembre a las 13:00 hora local.
Las discusiones en la breve audiencia incluyeron si Zambada debería ser juzgado con los otros acusados o por separado.
Zambada se declaró no culpable la semana pasada a través de su abogado de los 14 delitos que se le imputan, que incluyen cargos por narcotráfico y lavado de dinero, y provienen de una acusación presentada en 2012.
No está claro si será juzgado en Texas, ya que tiene al menos otras cuatro acusaciones abiertas en Nueva York, California, Distrito de Columbia e Illinois.