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La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
analizará si la plaza comercial Reforma 222 debe reparar el daño ocasionado a una mujer transgénero a quien en 2015 se le exigió presentar su identificación para poder entrar a un baño público en dicho inmueble.
Este miércoles, por mayoría de votos, los ministros de la Primera Sala de la Corte atrajeron el amparo tramitado por Jessica Marjane Durán, mujer trans, quien desde hace cinco años demandó a Reforma 222 por discriminación al impedirle hacer uso del baño público y exigirle su identificación para acreditar su género.
En la demanda por daño moral un juez de la Ciudad de México consideró que no existieron elementos de discriminación y aunque una Sala Civil consideró que sí hubo discriminación, no pudo determinar el daño moral. Por ello, acudió al amparo que ya fue atraído por la Suprema Corte.
“No hubo garantía de justicia en primera y segunda instancia por parte de la vía civil donde reclamamos daño moral, no se juzgó con perspectiva de género y, sobre todo, no fueron suficientes las instancias como el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (de la CDMX) que en ese entonces estaba presidido por Jacqueline L’Hoist”, explicó la quejosa en entrevista luego de la sesión de la Sala.
“Pedimos que la Suprema Corte tenga, y ahora que ya lo atrajo y dictó que sí procede la facultad de atracción de este caso, que garantice que se juzgue con perspectiva de género, que se genere un estándar sobre el tema de discriminación entre los juzgadores y juzgadoras y, sobre todo, que se repare el daño porque después de esto yo sufrí ataques de pánico para entrar a un baño, discriminación cuando sucedió el acto porque me abordaron violentamente y generó en mí consecuencias como psoriasis, no poder ir a un baño público por mucho tiempo y tener consecuencias incluso para hacer mis necesidades”.
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