En el último Día del Maestro que será celebrado este miércoles por el presidente Andrés Manuel López Obrador, estallará el primer paro indefinido de labores del actual sexenio en los estados bastiones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE): Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas y Ciudad de México.
En Oaxaca se prevé el cierre de 11 mil planteles de educación básica que afectará a unos 800 mil estudiantes, mientras que en Michoacán se espera que la suspensión de labores dejará sin clases a 160 mil alumnos; en Guerrero serán 11 mil escuelas y alrededor de 180 mil niños y adolescentes estarán sin clases y en Chiapas se habla de que más de 11 mil planteles cerrarán sus puertas afectando entre 180 mil y 200 mil menores de edad.
“En la Ciudad de México estamos en el recuento de cuántas escuelas se verán afectadas, como hemos dicho, pues va en relación a que haya respuestas para que entonces el paro tenga una duración no larga, se pueda hablar de resolver las cosas para que no se extienda mucho. Entendemos también que existe la coyuntura electoral que implica que haya soluciones rápidas”, dice el secretario general de la Sección 9 de la CNTE, Pedro Hernández.
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En la capital del país, hay más de 4 mil planteles de educación básica, de los cuales el líder de los maestros de la CNTE aún desconoce cuántas van a seguir el paro laboral indefinido: “De todos modos tenemos mecanismos para que comprendan los papás, vamos a elaborar guías, a mantener la comunicación con padres de familia y con los alumnos, está el compromiso de recuperar las clases para mantener los procesos de aprendizaje. Ya lo realizamos durante la pandemia y pensamos que lo podemos seguir haciendo en las escuelas que van a participar en el paro”, dice Hernández, quien también es director de la escuela primaria Centauro del Norte.
En el actual sexenio, los líderes de la CNTE han tenido 24 encuentros con el presidente López Obrador en Palacio Nacional para que les dé solución a sus demandas, entre las que se encuentra un incremento salarial de 100%, pues argumentan que una gran mayoría de los maestros del país perciben entre 11 mil y 13 mil 500 pesos mensuales.
“Nuestro salario no nos permite adquirir la canasta básica y satisfacer las necesidades básicas, aunque el Presidente ha señalado que se va a incrementar el sueldo de todos los trabajadores de la educación hasta 16 mil pesos mensuales. Eso no ha sucedido todavía. Está el promedio de 12 mil 500 pesos mensuales, una plaza base de un maestro de educación básica”, menciona.
El maestro Hernández está consciente de que a partir de hoy que estalla el paro indefinido de labores y se instale el plantón en el Zócalo capitalino se les volverá a tildar de flojos, holgazanes, caóticos y de violentos como en sexenios anteriores.
“No compartimos la visión conservadora, estamos por demandas justas y el Presidente también lo ha reconocido así. Hemos hecho un deslinde muy claro: no pertenecemos a la derecha de los conservadores, por el contrario, siempre hemos reivindicado una posición de izquierda, esta vez es radical en el sentido de ir a la raíz de las cosas y bueno, pues el Presidente está consciente de esta parte y dice: ‘Bueno, entonces busquemos la forma en que resolvemos las cosas’, y pensamos que eso debería de ser lo primordial”, comenta.
Armando Alcántar, un maestro michoacano de sexto grado de primaria, recuerda que al inicio de las mesas de negociación con el Jefe del Ejecutivo federal, los maestros centistas se comprometieron con López Obrador a no bloquear vías de comunicación ni a dejar a los alumnos sin clases; sin embargo, a cinco meses de que concluya esta administración decidieron irse a paro después de que sus demandas no han sido resueltas.
“El gobierno de López Obrador le quedó a deber mucho al magisterio centista en cuanto a la atención de la problemática para resolverla a fondo y también en lo educativo, porque incluso al Presidente le hablamos sobre los programas y materiales educativos que tiene la coordinadora en diferentes estados, como Michoacán, Guerrero, Chiapas y Oaxaca para que fueran tomados en cuenta y se integraran en los libros de texto gratuitos, pero no fue así”, dice el profesor.
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Isael González Vázquez, dirigente de la Sección 7 en Chiapas, suelta a bocajarro que “en su estado no se percibe la Cuarta Transformación” de la que tanto se habla en este sexenio.
“En Chiapas, puedo decir con toda puntualidad, no se observa en qué consiste la llamada Cuarta Transformación, porque no ha habido la atención debida en el sistema educativo. Hacen falta muchos docentes en las comunidades. Tan sólo en educación indígena se necesitan crear más de 3 mil plazas para atender a esas comunidades que hoy están siendo atendidas por interinos que no tienen seguridad social y con un salario de 3 mil 200 pesos a la quincena y les pagan después de un año. Está prohibido que se enfermen porque no tienen ISSSTE”, comenta.
Destaca convencido que “nuestras demandas son justas. Les hemos hecho saber a los padres de familia y a la sociedad, que la reforma energética, por ejemplo, no ha traído beneficios porque no se observa una disminución en el precio del combustible, no hay hasta este momento tal hecho. La reforma hacendaria que también en lugar de ayudar, afecta directamente a los productores, a los campesinos que quieren vender su producto y no los dejan vender porque tienen que pagar un impuesto muy alto y pues ellos no son exportadores”.
Para el secretario general de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), Héctor Torres Solano, entre una gran mayoría de los maestros adheridos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), existe decepción porque no les cumplió.
“Hubo una decepción para los maestros porque confiamos en la palabra que él en su momento dio de apoyar y quitar la reforma educativa. Hoy, pues todavía prevalece lo que es la ley del SICAM [Ley de Unidad del Sistema para la Carrera de Maestro], que ha sido dañina para el magisterio. Hoy que el Presidente está a punto de culminar con su periodo, vemos que no cumplió con las expectativas que se tenía con él. Esperábamos más”, precisa.
Desde su óptica, el Jefe del Ejecutivo federal le quedará a deber a los maestros, porque “el compromiso fue reformar la ley que dejó el expresidente [Enrique Peña Nieto] pero hoy se sigue manteniendo, sigue vigente esa ley del SICAM, sólo se le quitó lo punitivo, dejándonos en un estado de excepción laboral a los maestros. El Presidente aseguró que sería un aliado de los maestros, que habría justicia social para los maestros, que iba a haber una revalorización hacia los maestros, pero eso nada más se quedó en el discurso”, dice el dirigente cetegista.