Desaseo de la mayoría, firmas falsas en un documento oficial y rasgado de vestiduras de morenistas , abren paso en el pleno del Senado a la votación de las cuatro ternas de comisionados de la CRE , a sabiendas de que el bloque opositor impedirá la aprobación de los perfiles.
Ha sido el tema imposible durante casi ocho semanas, con momentos de humorismo involuntario, por las ocurrentes respuestas de varios de los candidatos a integrarse a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), y hoy la mayoría tiene prisa por perder.
Los coordinadores se reúnen a firman dos cartas dirigidas a los líderes del Senado de Estados Unidos , contra los agravios proferidos por Donald Trump, pero nada se le dice a los líderes del bloque opositor que Morena y sus aliados quieren ya votar las ternas.
Es un día en el que los senadores discuten, friccionan, raspan, golpean el ánimo ajeno, y hacen a un lado el terciopelo de decir "con todo respeto", antes de agredir, y desde Morena se sentencia : "Van a tener que aprender a ser minoría".
Se ha dicho que el Congreso es como un circo, pero hoy la comparación resulta insuficiente para dar cuenta de lo que es ese salón de sesiones que tiene ambiente de arena de lucha libre. Hasta "los asesores de la derecha " gritan, abuchean.
El mismo presidente del Senado, Martí Batres Guadarrama (Morena), que es como el árbitro, se ve impedido de proseguir en la conducción de la sesión por las voces de senadores que interrumpen.
No hay quien modere a nadie en el uso de palabra, y la mayoría impone posponer para este jueves un llamado del PAN a discutir una controversia constitucional contra las cuatro ternas, que tampoco están en el orden del día, pero entran. Los que mandan, mandan. Ello es "ilegal, inmoral, no es ético, es una chicanada", dice Damián Zepeda Vidales.
El pleito empezó por no querer discutir una controversia sobre la CRE en la Suprema Corte y siguió con la votación de las ternas, al estilo de "háganse a un lado".
Desde su escaño, la senadora Margarita Valdez Martínez (Morena) habla a sus "compañeros minoritarios de oposición que ahora les tocó ser minoría". Les avisa que su petición de llevar a la Corte el caso. "no lo queremos votar, así de simple".
Sus palabras levantan ruido, y les previene: "van a tener que aprender a ser la oposición y minoría", y aprovecha para exigir que los "asesores de la derecha" dejen de abuchearlos.
Entre aquellos "minoritarios" están los priistas MIguel Ángel Osorio Chong , ex secretario de Gobernación; la presidenta del PRI y ex secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu Salinas; Beatriz Paredes, ex jerarca priista, ex embajadora.
El coordinador de Morena, Ricardo Monreal 'Avila, mueve sus alfiles y sus peones. Está atento al rejuego del debate. Dante Delgado Rannauro, de una voz sofocada característica, la enciende con un tono enérgico, y le pide a Marí Batres Guadarrama que le "baje dos rayitas a su presidencia". Deplora desaseo en el trabajo político. Manupula el reglamento, le reclama.
Kenia López Rabadán
(PAN) exhibe lo que al parecer es falsificación de la firma de la coordinadora del PES, Sasil de León Villard, ausente en ese momento, en el documento con el que se justifica que el asunto de las ternas llegue a su último paso. La panista se sostiene. Esto es un "desaseo parlamentario".
"No pongo en duda la autenticidad del documento", y luego de la votación que a Morena le urgía perder, llega Sasil de León Villard, y va con los periodistas a decir: "A los que dicen que no es mi firma, la reconozco, exijo una disculpa".
Ya estaba la sesión en otros asuntos, y en uno de ellos, Félix Salgado Macedonio (Morena), llama a la "oposición tóxica", y exige que "no me estén fregando", y les dice "payasitos".
Al requerimiento de una pregunta del pleno, reacciona: "Estoy hablando y cuando hablo se me respeta, no se me interrumpe", y reclama a la oposición "estar en contra de todo lo que hace el Presidente", y dice que en ello los "veo bien divertidos".
Y si no hubo la mayoría calificada para los cuatro comisionados de la CRE, López Obrador "los va a nombrar, me canso ganso", señala Salgado Macedonio, pleno de satisfacción. Y disfruta su manera contundente de avisar que en el punto a discusión "puedo votar a favor, pero no quiero".
Hay heridas que acumulan pus.