El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, señala que la Alianza Federalista se gestó por la falta de apertura al diálogo del gobierno federal con los mandatarios estatales, quienes tienen el propósito de que funcione realmente la Federación en la atención de los problemas de la población, primeramente, en la emergencia sanitaria del Covid-19 y la economía.

Formula un llamado a los 22 gobernantes a que se integren a la Alianza Federalista, agrupamiento que define como un mecanismo de diálogo que coordine esfuerzos y busque soluciones que la gente necesita; esta es, dice, una dinámica que dejó de cumplir la Conago, la cual se agotó en los años del gobierno de Enrique Peña Nieto por el entreguismo en que muchos mandatarios incurrieron.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el gobernador más joven del país —tiene 39 años— afirma que la salida de la Conago de los 10 gobernadores de la Alianza Federalista ha movido el equilibrio del poder en México, aunque ni siquiera la Secretaría de Gobernación les ha dado acuse de recibo de su decisión ni se ha movido un dedo para encontrarlos en una mesa de diálogo en la que no haya temas tabú y que se hable de cara al público, a la ciudadanía y que de la discusión surjan soluciones por el bien común.

El mandatario celebra que Guanajuato está fuera del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), pues ha manejado una estrategia ante la emergencia sanitaria con el menor número de fallecimientos, y además están preparados para comprar vacunas contra el Covid-19: “Tenemos mil millones de pesos para comprarlas, ya pedimos que nos digan dónde formarnos, y en una etapa inicial adquirir un millón y medio de dosis”.

¿Para dónde va la Alianza Federalista?

—Busca proteger el federalismo. Hemos visto cómo el gobierno de López Obrador está buscando centralizar muchas cosas: los sistemas de salud, presupuestos, fondos y otras cosas. Eso atenta contra el federalismo, no es positivo. Queremos que se fortalezcan las entidades y por eso hemos pedido que se revise el pacto fiscal.

¿Qué agenda tienen?

—La pandemia, revisar qué se ha hecho mal, qué áreas de oportunidad tenemos de salvar vidas; en materia económica, cómo rescatamos empleos, cómo evitamos que se sigan perdiendo. También, ver la repartición de los recursos a través del pacto fiscal.

Proponemos un debate serio. La Conago era de posicionamientos políticos sin mesa de trabajo, de diálogo, para llegar al fondo de los problemas de los que se queja la ciudadanía.

¿Han transcurrido dos años de no diálogo con el gobierno federal?

—Si entendemos el diálogo como esta conversación de ida y vuelta, no ha habido. Falta ese diálogo.

¿La reunión de San Luis Potosí fue nada?

—Fue un evento donde cada quien fijó su postura, pero no hubo intercambio de ideas. La Conago en su momento tuvo su función, que se fue debilitando. En el anterior gobierno, sobre todo, hubo mucho entreguismo de parte de gobernadores al servicio del presidente. Eso fue provocando que el modelo fuera muriendo.

A la gente poco le importa la Conago o la Alianza Federalista o las mañaneras, la gente quiere comida en su mesa, trabajo, seguridad.

¿Los gobernadores empezaron a juntarse por el problema de la pandemia?

—Así comenzó, por la crisis sanitaria, compartiendo experiencias positivas. Nadie puede decir que le está yendo bien, porque la muerte de personas nunca será positiva, pero salvas vidas, te va menos mal que en otras situaciones. En el caso de Guanajuato, es el estado que tiene la menor tasa de letalidad de Covid-19, de 6.5, y nunca hemos superado 25% de ocupación de camas con ventiladores, que se traduce en salvar vidas.

¿En un estado de diabéticos, hipertensos y obesos, lo que niega la tesis de los fallecimentos según el subsecretario López-Gatell?

—Así es. En un análisis, de 100% que se atienden en el IMSS, fallecen 58%. En Guanajuato, de los que entran al IMSS por Covid-19 fallecen 39%, y de quienes entran a nuestro sistema de Salud sólo fallecen 10%.

¿La alternativa es escuchar y dialogar?

—La política es una herramienta de diálogo para resolver problemas, y yo quisiera llamar a los gobernadores de la República que se quieran sumar a esta alianza, las puertas están abiertas, esperamos que se sumen más gobernadores. No hay un líder, no hay un jefe, todos somos protagonistas porque somos un equilibrio.

¿Que 10 gobernadores se aglutinen mueve el balance del poder?

—Sin duda. Por lo pronto, hoy estamos platicando de esto.

La Secretaría de Gobernación ya no tiene subsecretaría de Gobierno, ¿quién los atiende ahora?

—Una de las grandes tragedias de este país es la austeridad republicana. Con base científica se deben tomar decisiones, no porque se diga que se tiene que ir la Subsecretaría de Minería, de Gobierno, otras. ¿Dónde está ese análisis?, ¿o es un “me latió”? No podemos seguir siendo un país bananero donde se toman las decisiones porque “me latió”.

¿La Secretaría de Gobernación les ha dado acuse de recibo de las decisiones de la Alianza Federalista?

—No, de momento, no. Llevábamos como 10 cartas enviadas al Presidente pidiendo una cita, y no hemos tenido respuesta.

¿A la Alianza Federalista no se le dio la bienvenida?

—Queremos que le vaya bien a México, al Presidente hay que ayudarlo, pero también que respete la soberanía y la libertad de nuestros estados.

¿Es posible que el Ejecutivo mueva un dedo en función de lo que ustedes plantean?

—Hasta la fecha no hemos sido escuchados en nuestras demandas, ni siquiera en los planteamientos de un diálogo. Pero también es importante señalar, exhibir esta falta de apertura al diálogo. Parte de la función de la Alianza Federalista es decir: “Oigan, aquí hay un problema”. No estamos dialogando y nosotros hacemos un llamado a que esto se tiene que dialogar.

No se trata de caprichos personales. Cuando juramos la Constitución de nuestros estados o de la nación estamos obligados a trabajar en una Federación y es lo que buscamos, que funcione realmente como una Federación, y no es menor lo que pedimos. Hace 100 años que no tenemos una crisis sanitaria y económica de esta magnitud. No nos hemos sentado a ver los temas, es increíble.

¿Podrían pasar meses sin diálogo?

—Lamentablemente, pero estamos encontrando diálogos. Al secretario de Hacienda, en una visita, los empresarios le preguntaron por qué el gobierno federal no había dado prórroga al pago de impuestos, y explicó técnicamente por qué no se podía eso.

No pedimos mucho. Queremos el diálogo con el Presidente de la República porque hoy más que nunca sabemos que hay una mayor concentración de poder en una sola persona y que muchas de las decisiones se toman allí.

¿El Federalismo de seguridad pública?

—[Con la captura de José Antonio Yépez Ortiz, El Marro] hubo una disminución, no tan significativa como quisiéramos, de 15% de los homicidios; no es para cantar victoria. Tenemos que seguir caminando de manera coordinada, como lo hacemos con el Ejército, para seguir minimizando a estos grupos criminales, quitándoles poder de fuego, de acción, y lo estamos haciendo. Este no era un grupo del narcotráfico. Era de robar combustible de 40, 50 pipas diarias, de dentro de la refinería. Es una corrupción brutal que se dio en la última parte del sexenio [pasado].

Como digo las cosas malas también digo las buenas. Afortunadamente, este Presidente tuvo la valentía de acabar con el robo de combustible. No ha acabado con el robo de combustible, pero con tenacidad lo ha disminuido 80% en Guanajuato, y eso es gracias a la decisión del gobierno del presidente Andrés Manuel (López Obrador), del Ejército. Llevará tiempo que podamos parar esos brotes de manera definitiva.

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