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El presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a “aplicarse”, a través de la Guardia Nacional, con el objeto de reducir el número de homicidios dolosos en el país.
EL UNIVERSAL dio a conocer que el primer semestre de 2019 ha sido el más violento en los últimos años, con 17 mil 65 homicidios dolosos y feminicidios, en comparación con el mismo periodo de 2018, cuando se registraron 16 mil 585 asesinatos.
Si se agregan los 2 mil 879 homicidios de diciembre de 2018, cuando arrancó la administración de López Obrador, el acumulado se eleva a 19 mil 944, casi 20 mil muertos en un inicio de sexenio.
Durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, el presidente López Obrador reconoció que a siete meses de haber iniciado su gobierno no han podido disminuir los homicidios dolosos.
“Es una asignatura pendiente que no hemos podido disminuir el número de delitos, sobre todo los homicidios, son los mismos que heredamos del antiguo régimen”.
El mandatario confió en que revertirá los índices delictivos y entregarán buenas cuentas. “Tenemos pendientes (…) y el tema principal [es] garantizar la paz y la tranquilidad, que eso es todo un desafío, todo un reto. Lo asumimos, nos va a llevar tiempo, pero vamos a garantizar la paz y la tranquilidad”.
Recordó que en pasadas administraciones el problema de la violencia se enraizó y se abandonó la seguridad pública. “No se atendieron las causas, se dejó de proteger a la población y, sobre todo, se abandonó a los jóvenes, que se convirtieron en un ejército de reserva para ser enganchados por la delincuencia.
“Lo único que hicieron fue etiquetarlos como ninis, que ni estudian ni trabajan, pero no se hizo nada por ellos. Hubo mucho problema en todo el periodo neoliberal de desintegración familiar”.
López Obrador fustigó que no había una política para proteger a los ciudadanos, pues sólo se contaba con 10 mil elementos de la Policía Federal. Reiteró que su administración podrá disminuir la incidencia delictiva.
“Lo hice cuando fui jefe de Gobierno; no estaba como ahora, pero también tengo más instrumentos, más formas de atender el problema”.
“Colocaron una manta frente a mi casa”. Luego de que aparecieron mantas en Tabasco con amenazas para la Guardia Nacional, el presidente López Obrador minimizó el tema y reveló que hace unos días también le dejaron una manta frente a su casa en Tlalpan y dijo que, como todos los seres humanos, tiene miedo, pero no es un cobarde.
No obstante, el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, aclaró que la manta es la que se dio a conocer en diversos medios de comunicación en abril pasado, que fue ubicada en Celaya, Guanajuato, no frente a la casa del mandatario en la alcaldía Tlalpan.
Andrés Manuel López Obrador reconoció que desde luego habrá “reacciones” de los grupos criminales por su estrategia de seguridad; sin embargo, sostuvo que actuará con prudencia y al mismo tiempo con firmeza.
Al ser cuestionado sobre qué va a hacer para prevenir precisamente que se dé una guerra contra el crimen organizado en los estados, como en el sexenio de Felipe Calderón, el Presidente, respondió: “No hay ese propósito, no queremos la guerra, se acabaron los exterminios, las razias, las masacres”.
Afirmó que garantizará la seguridad pública con la Guardia Nacional y señaló que quienes colocan las mantas no son bien vistos por la población.
“Ahí andan las mamacitas sufriendo porque sus hijos están detenidos o porque no les han hecho justicia, porque uno de los hijos o dos perdieron la vida. Sufren mucho las mamás”, criticó.
El mandatario rechazó que eso haya sido un factor para comenzar los preparativos de su mudanza a Palacio Nacional.
