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La posición favorable que obtuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2018 le ha permitido acelerar los cambios que él mismo ha definido, reconfigurar el gobierno al centralizar el poder y acotar los contrapesos institucionales, sin necesidad de negociar.
Así lo explican los periodistas Leonardo Curzio y Aníbal Gutiérrez en su libro El Presidente. Las filias y las fobias que definirán el futuro del país, todavía sin publicar y que será editado por Grijalbo. En el escrito de 512 páginas al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, reflejan su preocupación por la anulación del “espacio de deliberación que expresaba la pluralidad política” que representaba el Congreso de la Unión durante anteriores gobiernos.
El periodista Leonardo Curzio, conductor de Radio Fórmula y colaborador de EL UNIVERSAL, cuestionó que el Mandatario ha modificado las normas institucionales para ajustarlas a sus convicciones y que gobierna “por decreto”, lo que puede representar un abuso a futuro.
“Los cambios a las reglas de juego formales e informales que continuamente ejecuta el Presidente llevaron al límite su facultad de emitir decretos y acuerdos para modificar normas y reglas institucionales para ajustarlas a sus preferencias, intereses y convicciones”, señala.
“Este hecho plantea la pregunta sobre el alcance y repercusiones de gobernar por decreto, sobre todo de la posibilidad presente y futura de abusar de este tipo de mecanismos”, agrega.
Morena y López Obrador, analiza, obtuvieron más de 30 millones de votos, 53% del total del cómputo, ayudados por varios factores: el rechazo de la población a los partidos, el enojo por la inseguridad y los casos de corrupción e impunidad que se ventilaron en la discusión pública.
A la postre, estos se convirtieron en factores decisivos que llevaron a los electores a rechazar a las fuerzas políticas tradicionales y cercanas al poder, y a López Obrador a ganar por mayoría de votos, las alianzas y la legislación electoral misma, y a que Morena lograra el control del Congreso.
“La estrategia de construir un movimiento aglutinador de fuerzas y personajes, incluso de perfiles antagónicos, pero enemistados con sus anteriores fuerzas políticas, le permitió a AMLO desarrollar una estrategia de acercamiento con figuras y organizaciones sociales, al tiempo que desplegaba una campaña de presencia activa en los estados y regiones donde menos apoyo tenía”, explica en su análisis.
En este nuevo escenario de centralización de decisiones y tomando como eje la lucha contra la corrupción, expone el autor, el punto de partida del gobierno fue la reducción del aparato gubernamental, los sueldos de los puestos directivos y la contención del gasto.
Luego de cumplirse dos años del arranque de la administración lópezobradorista, Curzio reflexiona en retrospectiva que para cumplir propósito de que el Presidente iniciara su gobierno con una estricta austeridad, el Congreso promovió cambios en la administración pública federal, que incluso buscaron afectar directamente a los poderes de la Unión y a los organismos autónomos que, por definición, no se encuentran subordinados al Poder Ejecutivo federal.
Ejemplificó que la aprobación de las leyes para la reducción de las prestaciones y remuneraciones de los servidores públicos llevó a los otros poderes de la Unión, encarnados en el Congreso y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a revisar prestaciones y remuneraciones, a que algunos organismos autónomos promovieran amparos contra los alcances de las leyes aprobadas y que otros ajustaran a la baja la remuneración de los altos mandos.