El Senado de la República amaneció cercado con vallas metálicas ante la posible presencia de manifestantes.
Desde las primeras horas de este martes, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la Ciudad de México montó un operativo para resguardar las instalaciones de la Cámara Alta donde está tarde se dará primera lectura a los dictámenes de dos reformas: la que adscribe a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y la que garantiza los derechos de los pueblos originarios.
Es posible que se convoque este mismo día a una segunda sesión para discutir y votar ambas modificaciones constitucionales.
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Los cruces de la avenida Insurgentes con la calle de Madrid y el Paseo de la Reforma con la calle de París están cerrados al tránsito vehicular y solo se permite el paso peatonal a quienes laboran en las instalaciones del Senado.
Se prevé que familiares y compañeros de los estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecidos hace diez años realicen diversas movilizaciones.
Al filo de las 10:30 de la mañana se reunirán en el Paseo de la Reforma y la avenida Bucareli, como parte de la Jornada de Lucha “Sin tregua no hay cuartel”, por lo que no se descarga que se manifiesten en las inmediaciones del Senado de la República.
Ayer, el presidente de la Cámara Alta, Gerardo Fernández Noroña, emitió un aviso en el que se prohíbe el acceso a las instalaciones senatoriales a visitantes y cualquier otra persona ajena al recinto, a fin de evitar un nuevo “portazo” como el registrado el pasado 10 de septiembre cuando se discutía la reforma judicial.
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