En las inmediaciones de la carretera Zumpango-Cuautitlán, en el lugar conocido como el acuífero Cuautitlán-Pachuca, perteneciente al Estado de México, fueron instaladas diversas máquinas para perforar el subsuelo, abrir pozos y extraer el agua con la finalidad de combatir la sequía que padece el Valle de México.
Este diario constató la perforación de ocho pozos, cada uno a sólo unos metros de distancia de otro, junto a maquinaria pesada y trabajos a marchas forzadas.
De manera paralela, a unos metros de estas obras, que corresponden a los municipios de Jaltenco y Nextlalpan, también fueron perforados otros 10 pozos, con rótulos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con los que se pretende construir una red con sistema de bombeo para extraer y trasladar el agua al Valle de México, de acuerdo con pobladores de las inmediaciones de Zumpango.
Este huachicoleo o robo de agua ha generado inconformidad en los habitantes de Zumpango. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 280 mil 455 pobladores viven en el municipio.
Por esta acción otras localidades del Estado de México como Jaltenco, Nextlalpan, Teoloyucan y Tonanitla resultarían afectadas.
EL UNIVERSAL pidió una opinión a la Conagua sobre las denuncias de robo de agua, pero hasta el cierre de esta edición no emitió una declaración al respecto.
Extracción peligrosa: experto
Gonzalo Hatchkuri, doctor en geografía de la UNAM, comentó sobre este plan para extraer agua que al bombear líquido subterráneo, con un patrón de 24 horas, con una batería de pozos enorme, uno cerca del otro, que “ahí sí vas a desaparecer el agua en menos de una década”.
En entrevista con EL UNIVERSAL refiere que si se cuenta con un sistema de pozos se debe gestionar de manera correcta el manejo de los mantos subterráneos.
“En esta zona se requiere un plan de ordenamiento territorial agresivo por el cambio de uso de suelo, un plan de gestión ordenado para extraer el agua subterránea”, recalca.
Señala que el conflicto de fondo es la lucha entre los organismos operadores de agua y las comunidades que históricamente han manejado los pozos y el uso del suelo.
“Manejar el agua siempre va a ser un control político”, afirma.
Hatchkuri indica que el propio gobierno federal ha obligado a las comunidades a convertirse en personas morales al administrar un pozo para pagar impuestos.
“Va cambiando agresivamente el uso del suelo. Estas poblaciones dejan de ser comunidades rurales como hace 50 años, chocan con la mancha urbana, por lo que se ven amenazadas. Mientras vaya aumentando la mancha urbana el organismo operador querrá quitarles el pozo para administrar el agua ahora donde está urbanizado”.
El geógrafo explica que se debe gestionar de manera correcta el agua subterránea y establecer un sistema de extracción coordinado. “En México nunca se ha hecho eso. En otros países hay leyes de aguas subterráneas de manera sustentable y sostenible. Existen en Texas o California, por ejemplo”, afirma.
En otras naciones se establecen reglamentos para que un pozo no esté cerca de otro y para que los privados se obliguen a cerrar su llave. Es una “política de rendimiento sustentable del agua subterránea”, además de que hay patrones de control muy rígidos para la extracción.
“También nosotros somos parte de la nación”
Habitantes entrevistados calculan que hay más de 20 pozos que explotan el agua.
Para constatarlo, este diario realizó un recorrido por las instalaciones de Zumpango; sin embargo, un elemento de la policía salió al paso e indicó que no se podía estar ahí por ser una zona federal.
Juan Carlos Santillán, oriundo de Santa María Cuevas, Zumpango, preside el Sistema Autónomo de Agua en su comunidad, y denuncia: “Es un robo, es un saqueo, con el argumento de que el agua es propiedad de la nación. Es un bien natural y nos están despojando a unos para darles a otros, es un negocio. La Ciudad de México tiene crisis de agua y algunos tienen concesiones para campos de golf.
Jorge Ángeles, también de Santa María Cuevas, es el vocal del Sistema Autónomo de Agua y expone: “El argumento que presentan es que todo lo que está en el subsuelo es de la nación, pero nosotros también somos parte de ella. El 80% de las comunidades resultarían afectadas por la extracción de agua en estos pozos”, asegura.
Agrega que son más de 20 pozos en esta zona los que se están construyendo. “Entendemos que es para abastecer la Ciudad de México. Hemos visto la perforación de pozos desde el año pasado en los municipios de Tonanitla, Jaltenco, Nextlalpan y Zumpango”, sostiene.
Ángeles comparte que la comunidad de San Juan Zitlaltepetl hace unos meses se opuso a la perforación de cinco pozos en su zona ejidal, lo cual este diario constató, pues allí se puede observar una base de cemento que se utiliza para la perforación e instalación de los pozos.
A su vez, Santillán refiere que hace un año sobre la carretera y en las inmediaciones del Gran Canal comenzó la perforación de pozos para mitigar la crisis hídrica en la Ciudad de México. “Nosotros estamos en el límite del acuífero Valle del Mezquital y el Cuautitlán-Pachuca”, explica a ELUNIVERSAL.
Subraya que actualmente sus niveles de agua están unos 80 metros por encima del Gran Canal, que es de aguas negras. “Si perforan pozos de 700 metros de profundidad se van a bajar nuestros niveles y entonces el agua contaminada del Gran Canal se vendrá a nuestro acuífero”, afirma.
Extracción se extiende al AIFA
También en las inmediaciones de la carretera, en el acuífero conocido como Cuautitlán-Pachuca, hay maquinaria pesada, material de construcción y de perforación, tubería para transportar líquido y personal trabajando en dichos espacios.
Este diario pudo observar que entran y salen camiones con material para la construcción de los pozos; la maquinaria trabaja en todo momento en la zona.
Mientras perforan el subsuelo, a unos metros se encuentra el lago de Zumpango seco, sin la fauna que lo caracterizaba. Como consecuencia, los vendedores han dejado de ofertar comida, paseos o recuerdos, ya que la economía local se ha visto afectada y la zona se siente seca.
“El acuífero de Valle del Mezquital nace en estas orillas de Zumpango, se divide en dos acuíferos con el Cuautitlán-Pachuca. Estaban planteando una batería de 19 pozos de 700 metros de profundidad, pretendían hacer una extracción intensiva. El documento con el que se presentó la empresa hablaba de reubicación de algunos servicios de la Defensa y ubicarlos aquí”, comenta Jorge Ángeles.
En otra visita de EL UNIVERSAL a la zona del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) se constató la existencia de ocho pozos ya terminados, separados entre sí por 500 metros. Cada uno cuenta con base perimetral y ya se observan los preparativos para un noveno.
En entrevista, Arturo Hernández Buendía, oriundo del municipio de Tecámac, explica que “se están llevando dos metros cúbicos por segundo por el plan de acción inmediata. Están perforando un conjunto de pozos sin proyecto alguno”, recalca el poblador.
Agrega que en una visita que realizaron el 15 de diciembre de 2023 contaron ocho pozos. “Estamos haciendo un mapeo y ya estaban perforando otro”, asegura.