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El presidente Andrés Manuel López Obrador regresará a las calles tras seis años de no participar en movilizaciones. La última vez que se tiene registro fue en 2016, cuando encabezó la marcha del silencio contra la reforma educativa del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Ayer, López Obrador anunció que el próximo 27 de noviembre encabezará una marcha del Ángel al Zócalo con motivo del cuarto aniversario de su arribo a la Presidencia de México.
Al término de la movilización ofrecerá un mensaje al pueblo de México sobre el estado que guarda la nación y las acciones realizadas por su gobierno, dijo.
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La movilización la anunció después de que organizaciones civiles, intelectuales y partidos políticos de oposición marcharon en defensa del INE y en contra de la reforma presidencial en materia electoral.
En la conferencia mañanera, el Mandatario federal rechazó que se trate de una muestra del músculo de su movimiento luego de la marcha del domingo.
“No, es que íbamos a hacer el informe, pero ayuda la marcha, además ya me estoy aburguesando mucho. Es que sí, el [próximo] día 1 [de diciembre] que son los cuatro años, es jueves, entonces muchos quieren venir de todo el país a participar, porque este es un movimiento de millones de mujeres, hombres libres, conscientes, es un proceso de transformación”, argumentó.
Consideró que la característica de su gobierno es mandar obedeciendo y la gente quiere que marchemos: “Nos vamos a empezar a reunir a las 9:00 horas para que no nos pegue mucho el sol”.
Insistió en que el motivo de la movilización a la que convoca son los cuatro años de la transformación: “Para ver también si la gente está contenta con la transformación, si vamos bien”.
Al reconocer que su plan B de reforma electoral no puede ir en contra de la Constitución, el Presidente dijo éste se limitará a cambios en la ley secundaria para “apretar” el presupuesto del INE y evitar la compra de votos.
“Hay dos cosas importantes, una que se puede reducir el gasto sin violar la Constitución y otra evitar compra de votos”, dijo.
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¿Se va a ahorcar el presupuesto del INE?, —se le preguntó.
“No, no, se decía antes el Creador aprieta, pero no ahorca… si se puede reducir para que no haya duplicidades y algo muy importante, evitar la compra del voto, porque éstos [sus adversarios] tiene bastantes billuyos”, indicó.
Puso como ejemplo el caso de la compra de votos y el uso de los monederos electrónicos, que ya no va a poder porque se estableció en la Constitución como delito grave el fraude electoral.
Expresó su interés para que la gente conozca que por tratarse de una reforma constitucional se requiere de dos terceras partes del Congreso, porque la enseñanza es que cuando se vaya a votar por el Presidente, se vote también por los legisladores si se quiere tener a un Ejecutivo que transforme y que defienda al pueblo.
El Presidente llamó a los ciudadanos a defender la democracia: “No hay argumentos para decir que el gobierno quiere controlar las elecciones o que es para reelegirme. Imagínense [Vicente] Fox diciendo que si yo aparezco en la boleta ‘yo voy a enfrentarlo’, ¡uy qué miedo!, pero además, la mala fe y el desconocimiento, para no decir ignorancia, cómo no va a saber que no puede enviarse una iniciativa en donde no se diga que se permite la reelección, es de mala fe”.
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