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Luego de presentar algunos síntomas relacionados con el Covid-19, Lupita Martínez, de 71 años, está en terapia intensiva. El sábado pasado fue ingresada al área de Urgencias respiratorias del Hospital Juárez de México; sus familiares están preocupados, pues el lugar no cuenta con pruebas para confirmar si se trata del virus o no.
A Mamá Lupita, como le llaman sus nietos, le fue diagnosticada desde hace años la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, por lo que su médico le dio una indicación muy precisa a su familia: “Muévanse por mar y tierra para conseguir estas medicinas”.
Ante la advertencia, una docena de amigos y familiares conformaron buscaron lo indicado en la receta médica: azitromicina de 500 mg, nitazoxanida de 500 mg y tres cajas de hidroxicloroquina de 400 mg.
Los primeros medicamentos, después de cierta dificultad y a sobreprecio, los consiguieron. Sin embargo, de la hidroxicloroquina sólo pudieron comprar una caja en una farmacia de Ecatepec, que se las vendió a casi mil pesos.
Alicia, hija de Lupita, comenta que la familia está sumida en una incertidumbre brutal, pues no tienen la certeza de lo que tiene su madre, ya que en el hospital les dijeron que no hay pruebas para detectar coronavirus ni creen que pronto las vayan a tener.
“El medicamento que le indica ron es para tratar coronavirus y a mi madre no le han hecho la prueba para confirmar que lo tenga. Las medicinas están agotadas”.
Agregó que en el hospital hay por lo menos otras 10 personas en las misma circunstancia: “Hay una carpa donde los familiares estamos aislados”.
Los familiares de otros pacientes aseguran que el personal médico no ha adoptado medidas rigurosas de protección, salvo la aplicación de gel antibacterial.
“[El personal] no usa cubrebocas ni guantes para auscultar a los pacientes”, refieren.
Respecto a los medicamentos, aseguran que se han trasladado hasta Toluca para conseguirlos, incluso han pedido ayuda a conocidos en otros estados para ubicar una caja de hidroxicloroquina.
Otra de las preocupaciones de los Martínez son los costos por tener internada a Mamá Lupita, pues son comerciantes que viven al día y acusan que ante la emergencia sanitaria ya dejaron de obtener ingresos, además de que los estudios que han pagado van desde los 900 pesos y desconocen cuánto vaya a cobrar el hospital por los días de hospitalización.
“Toda la familia nos dedicamos al comercio. Nos han colocado entre la espada y la pared, no vemos ayuda por ningún lado, tan sólo los cubrebocas nos los están vendiendo en 17 pesos y el cuarto de gel antibacterial en 130 pesos, pero lo peor es la incertidumbre en la que nos tienen”, denuncia Alicia.
La mujer asegura que el Hospital Juárez está escaso de otros insumos básicos, como contenedores de orina y hielo, el cual es usado para bajar la temperatura de los pacientes. “De plano un día llegaron y nos pidieron los botes de agua para poder usarlos para hacer las pruebas clínicas y bolsas de hielo”, denunció.