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La comunidad boliviana en México se manifestó frente a Evo Morales, por su estancia en territorio mexicano. El boliviano participó ayer en un conversatorio que se llevó a cabo en la sala Ollin Yolitztli, en la Ciudad de México, donde la entrada fue libre.
Al lugar llegaron mujeres y hombres que portaron pancartas con consignas en contra del exlíder cocalero, además de playeras con la leyenda: “Bolivia votó no”. Se sentaron entre el público, mayormente conformado por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Entre las pancartas también se leyó: “No se invita a un dictador”.
Previamente al discurso de Evo Morales, hubo una decena de oradores, entre éstos la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra.
Los de la comunidad boliviana permanecieron callados durante ese lapso; sin embargo, cuando Morales Ayma tomó la palabra, los inconformes se levantaron de sus lugares y comenzaron a gritar consignas de: “¡Fuera, fuera!”, entre las cuales la voz del boliviano se perdió.
Los simpatizantes de Morales comenzaron a agredir a los manifestantes, quienes tuvieron que salir de la sala en medio de gritos y empujones. Con sus pancartas en mano fueron sacados del recinto en el cual Evo Morales no paró de hablar. Dijo estar acostumbrado a los embates de la derecha.
Dijo que se trató de grupos fascistas violentos, porque no aguantan que haya un mejor camino que el neoliberalismo.
Asilo
El acto, en donde el moderador fue John Ackerman, se llevó a cabo en medio de discursos ofrecidos por estudiantes de licenciatura en la UNAM.
También estuvo la nueva ombudsperson de México, Rosario Piedra Ibarra, quien exclamó que Evo Morales es el presidente legítimo de Bolivia.
Hizo énfasis en que México se ha caracterizado por abrir la puerta a perseguidos y amenazados, y señaló que siempre se ha defendido el derecho de asilo.
Piedra Ibarra aprovechó el escenario para hablar de los estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa.
“Vamos a poner todo nuestro empeño para encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos”, dijo. Seguido de ello comenzó el conteo del uno hasta el 43 y los gritos de: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
En su turno, Evo Morales agradeció al gobierno mexicano: “Al gobierno de México gracias por salvarme la vida (...) El enemigo de las nuevas generaciones es el neoliberalismo”, mencionó.
Dijo que los indios gobernaron mejor que los de Harvard y los racistas no le perdonan sus políticas nacionales.
Evo Morales estuvo acompañado de quien fuera vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y la exministra de Salud, Gabriela Montaño, los tres en calidad de asilados políticos en México desde el 12 de noviembre pasado.
Morales Ayma defendió que durante su gobierno en Bolivia el producto interno bruto (PIB) creció cuatro veces, a diferencia de los casi 200 años previos, de 1825 al 2005.
Expuso en este marco que en su país los servicios básicos son un derecho humano amparado en la constitución, no un servicio a la venta.
“Los operadores del golpe pasaron del racismo al fascismo, agredieron a familiares de políticos del Movimiento al Socialismo (MAS), quemaron casas, amenazaron a personas”, acusó.
Insistió en que no se le perdona haber realizado cambios en su país a través de políticas económicas que beneficiaron a los que menos tienen.
“El país fue sometido al saqueo de sus recursos naturales, a privatizaciones y políticas neoliberales, lo que lo llevó a formarse políticamente y a consolidarse como presidente la nacionalización de los bienes de Bolivia”, apuntó.
Álvaro García Linera subrayó que en las próximas elecciones que se llevarán a cabo en Bolivia no van a competir, pero ello no quita que hagan política.