Nación

“Adiós, no cubren el perfil, no sirven”

María Ivonne Salamanca llevaba 25 años trabajando en el INE; hace poco la despidieron por "no cubrir el perfil"

El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, y la trabajadora del organismo María Ivonne Salamanca, quien fue reconocida por su desempeño el pasado 10 de diciembre. CORTESÍA
03/02/2019 |03:30Carina García |
Redacción El Universal
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“Bailamos hasta morir, todo era felicidad. Nos dieron crema de nuez, pierna con verduras, café y pastelito, al otro día nos avisaron que ya no servíamos para el Instituto Nacional Electoral [INE]”, dice María Ivonne Salamanca.

Se le quiebra la voz, y se entiende. Con 25 años de antigüedad en el instituto, recuerda lo que ha sido media vida: primero en el extinto Instituto Federal Electoral (IFE) y ahora el INE, donde le ha tocado participar en más de 10 elecciones federales y 30 procesos locales.

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“Hemos dado una vida completa, dejado a nuestras familias y trabajado en todo por el instituto. Estábamos para cuando nos dijeran: ‘Se tienen que quedar’. Hubo navidades en las que el 24 de diciembre en la noche laborábamos, el 31 en la noche también, ¿por qué?, porque tenemos esa responsabilidad.

“Ahora con la punta del pie nos dijeron: ‘Adiós, no cubren el perfil, no sirven’. Así nos hicieron sentir y ni siquiera tuvieron argumentos. ¿Cómo van a tener razones si hasta reconocimientos nos han dado?

El 18 de diciembre pasado, en un salón del sur de la ciudad, cerca de 200 trabajadores de la dirección de Educación Cívica y Capacitación del INE festejaron el fin de año.

Ahí, como pasó el 10 de diciembre en la ceremonia encabezada por el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, para reconocer a los trabajadores de 25 años, los felicitaron por su trabajo. “Nos reconocieron por la Consulta Infantil y Juvenil, en la que se superaron las expectativas, nos pidieron que felicitáramos a nuestras familias porque sabían que las dejamos para poder cumplir con el INE”.

Pero al día siguiente, en la oficina, cerca de las 18 horas, a una veintena de ellos se les pidió no irse hasta que sus jefes hablaran con ellos. Se retiró el mecanismo que en una computadora registra la entrada y salida de los empleados.

“Fuimos llamados uno por uno, a mí el director de área me indicó que el INE tenía que prescindir de todas las secretarias, que le daba pena, pero ni modo. A otros les dijeron que se terminaba el contrato, pero todos nosotros somos personal de plaza presupuestal, no somos de honorarios.

“Ese día tan fatídico estábamos en shock, entre el coraje, el sentimiento, la frustración, algunos empezaron a llorar”, recuerda, luego empezó el viarucis para pedir explicaciones, “nadie nos ha podido dar los motivos, no los hay”.

El sentimiento es mayor porque no se adhirió al Programa de Retiro Voluntario, mediante el cual el INE dio un “reconocimiento especial” (que llegó incluso a 70 días de percepciones, en caso de más de 20.5 años de antigüedad), pagó vacaciones no disfrutadas y por cargas laborales a quienes anticiparon su salida.

“Sí pensé en irme, como otros a los que nos corrieron, pero somos jefes de familia. A mí me faltan tres años para que me jubilen, preferí seguir; hasta pregunté si habría recorte para decidirme, pero dijeron que si lo hacían era de jefes de departamento para arriba”.

Ahora “me arrepiento porque siento que se burlaron de mí”, dice.

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