Trabajadores del Consejo Nacional de Fomento Educativo ( Conafe ) anunciaron que denunciarán penalmente al titular de este organismo, Cuauhtémoc Sánchez Osio, por tratos crueles, inhumanos y degradantes.
La denuncia la interpondrá Rosa Magdalena Aguilar Ramos, exsubdirectora de Comunicación y Difusión de Conafe, ante la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), quien renunció a la dependencia el pasado 15 de octubre.
En conferencia de prensa, la extrabajadora dijo que tuvo que renunciar a su empleo, “después de sufrir una serie de episodios de violencia, acoso laboral y hostigamiento, consistentes en agresiones psicológicas y verbales, maltrato, intimidación, insultos, humillación, descalificación, burlas y faltas de respeto por parte del Director General del Consejo, Cuauhtémoc Sánchez Osio”.
“Ha convertido la violencia en una forma de trabajo”, señaló.
El 25 de noviembre, en el marco del Día Internacional por la eliminación de la Violencia contra la Mujer , la Secretaría de Educación Pública ( SEP ) dijo que estará atenta a la resolución que los órganos competentes hagan sobre la denuncia en contra del Director del Conafe por motivo de violencia, acoso y hostigamiento, en función de la cual, actuará en consecuencia.
“La SEP rechaza cualquier comportamiento que atente contra la dignidad de las personas y cualquier manifestación de violencia, discriminación de género o de cualquier tipo”, manifestó a través de un comunicado.
En conferencia de prensa señaló que el suyo no es un hecho aislado, puesto que muchos de quienes fueron sus compañeros han renunciado a la dependencia “por no soportar más sus agresiones, gritos e insultos” y que otros han sido vulnerados en sus derechos laborales; agregó que tiene testigos del trato que recibió por parte de quien fuera su jefe.
Agregó que mañana presentará una denuncia formal contra el funcionario ante la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), de la Fiscalía General de la República, por el delito de tratos crueles, inhumanos o degradantes, y lo que resulte.
“No tengo ninguna necesidad de mentir ni exponer mi imagen públicamente dando a conocer una historia falsa. Fui víctima de violencia laboral por parte del Director del Consejo Nacional de Fomento Educativo, Cuauhtémoc Sánchez Osio”.
Durante la conferencia de prensa, otros empleados dieron a conocer sus casos y denuncias contra el todavía funcionario en lo que, consideraron, es una "pelea de David contra Goliat": los malos tratos iban desde gritos hasta arrojarles objetos, por ejemplo, o cumplir jornadas de las 10:00 de la mañana a las 11:00 de la noche hasta tres veces por semana.
José Armando Sánchez Lobato, quien también trabajó en Conafe, relató que en dos ocasiones sufrió faltas de respeto por parte de quien fuera su jefe y que presenció otros dos episodios vividos por sus compañeros.
"Me da mucho coraje, 29 años trabajando en el gobierno federal y nunca había sufrido un despido de este tipo porque ni siquiera fui notificado, hoy tengo problemas económicos, físicos y emocionales".
Uno de estos episodios ocurrió cuando Sánchez Osio lo mandó llamar a su oficina; mientras conversaban, Sánchez Lobato recibió una llamada y contestó su teléfono.
"En ese momento, su gesto, su actitud fue un cambio muy drástico. De por sí, su manera es amenazante, intimidadora es su forma de ser, amedrenta a las personas. Su gesto cambió, le habló a la secretaria y le gritó, ella estaba desencajada, pobre. Su comportamiento fue desagradable", contó.
En otra ocasión, los trabajadores estaban buscando al chofer del director pero no lo encontraban.
"Un chofer que le fue a entregar un sobre, me habló por teléfono y me pidió que no lo volviera a mandar a entregarle algo: 'tomó el sobre, sacó los documentos, volteó y me aventó el sobre al cuerpo, el sobre me pegó en la cara'”, contó.
“Otra vez, se sentó en su silla y no la encontró como regularmente la deja, empezó a moverla, en su desesperación por no poder acomodar la silla, se levantó, tomó la silla, la azotó al suelo y la empujó. La silla llegó conmigo para que se mandara a reparar", relató uno de los denunciantes.
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