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Después de diferentes críticas y de que diputadas federales exigieron su renuncia, la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, evitó pronunciarse en este sentido, pero aseguró que sigue siendo una víctima porque jamás se le dio respuesta a las violaciones de derechos humanos que sufrió y acusó que está siendo sujeta de una campaña mediática de desprestigio y mentiras.
“Hemos sido y estamos siendo sujetos a una formidable campaña mediática de desprestigio y mentiras, pero puedo decirles que la CNDH se maneja con absoluta honestidad y transparencia para disculpar la ineptitud y la falta de resultados de algunos colaboradores, que afortunadamente ya no están”, dijo la comisionada.
En una reunión virtual de trabajo con las integrantes de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Piedra Ibarra aseguró que es falso que en la CNDH se sirva comida gourmet como se acusó en redes sociales con cortes finos de carne, y dijo que ella comía sopa de pasta, arroz, frijoles y guisado, al igual que el personal de limpieza y seguridad.
“El menú era como el de cualquier hogar de la clase media: sopa de pasta, arroz, frijoles y guisado, aguas frescas, nada de comida gourmet, y lo que se presentó como cortes finos no eran sino bistecs de res, cerdo y chambarete; lo que comía yo exactamente lo que comía el personal de limpieza y vigilancia” (sic).
Calificó de espurio que el comedor fuera operado por chefs, y precisó que eran trabajadoras que fueron despedidas del IEM. Dijo que diariamente se servían entre 30 y 50 comidas para trabajadores, visitantes o incluso víctimas.