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Activistas y organizaciones no gubernamentales piden que, en el marco de la asistencia de autoridades de nuestro país a la Cumbre de la Biodiversidad de Naciones Unidas 2024, que se celebra en Cali, Colombia (COP-16), asuman compromisos para proteger, restaurar y regenerar las áreas verdes y aguas nacionales.
Las ONG hicieron un llamado al gobierno de México para cumplir con los compromisos internacionales adquiridos para salvaguardar el medio ambiente y dejar de financiar megaproyectos y obras que destruyen la naturaleza. Asimismo, solicitan garantías para la protección del planeta y su gente, no de los intereses privados.
“La próxima COP 16, de la Convención para la Diversidad Biológica de la ONU, representa una oportunidad única. Por eso pedimos al gobierno de México que asuma compromisos nacionales ambiciosos para proteger y restaurar nuestra Selva Maya y nuestros océanos, que estén de acuerdo con los compromisos internacionales ya asumidos, que hayan metas específicas y con fechas definidas para fortalecer las Áreas Naturales Protegidas existentes y aumentarlas hacia las zonas que corren un peligro inminente.
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“Falta poco tiempo para el año 2030, y los países, incluido México, deben acelerar sus esfuerzos para implementar el objetivo 30×30 y proteger al menos el 30% de los ecosistemas terrestres y marinos antes de que termine la década”, manifestó Greenpeace a través de un comunicado.
La organización también reclamó que, para 2024, más del 50% del presupuesto del anexo Recursos para la mitigación de los efectos del cambio climático del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), se asignó al proyecto del Tren Maya pese a su impacto en la biodiversidad, hecho por el que consideran que “es una oportunidad para que el gobierno reconsidere el destino de los recursos públicos y estos sean utilizados en proyectos que verdaderamente contribuyan a mitigar los impactos del cambio climático”.
En este sentido, apuntaron que no solo la Selva Maya sino que todas las áreas verdes de México y sus aguas están siendo destruidas por la complicidad entre gobierno y empresas privadas que destruyen la naturaleza a través de sus proyectos, por lo que es necesario frenar dichos negocios.
jf/bmc