En México, la extradición de delincuentes hacia Estados Unidos es una cifra que va a la baja en los últimos dos sexenios.
Estadísticas de la Fiscalía General de la República (FGR) proporcionadas a EL UNIVERSAL señalan que la administración de Felipe Calderón (2007-2012) registró 473 mexicanos entregados en extradición al país vecino, superando a las gestiones de Vicente Fox Quesada (2001-2006) que documentó 133.
En la gestión de Enrique Peña Nieto (2013-2018) se autorizaron 345 extradiciones de personas requeridas por la justicia estadounidense, y en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador (1 de enero de 2019 al 9 de octubre de 2023) hay un registro de 302.
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De esas 302 extradiciones a Estados Unidos en la presente administración se entregaron 53 mexicanos en 2019; en 2020 fueron 56; en 2021, 37; en 2022, 78 y en lo que va de este 2023 han sido 54; con doble nacionalidad ha habido 24, en las que no se precisan los años de la entrega.
Los delitos por los que fueron entregados por México en este año son: asociación delictuosa, contra la salud y armas de fuego, lavado de dinero, trata de indocumentados, homicidio, abuso sexual infantil, entre otros.
Una vez que los delincuentes son extraditados a Estados Unidos pierden los privilegios que tenían en una cárcel mexicana al no poder corromper tan fácilmente a las autoridades americanas, refieren integrantes de la DEA.
En entrevista, Artemio Cantú, agente jubilado de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), resalta que los delincuentes entregados a la Unión Americana están conscientes de que serán simplemente otro preso en la cárcel, perdiendo el control y privilegios que tenían en un penal mexicano.
El agente, quien trabajó en Monterrey durante la administración de Vicente Fox (2000 a 2006), detalla que era difícil desarrollar investigaciones conjuntas.
Indica que les faltaban recursos y no se notaba un deseo de parte de las autoridades federales de atacar al crimen organizado y la violencia de los cárteles en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
“Durante la época de Calderón fui asignado a liderar un grupo de investigadores en la oficina de McAllen, Texas, y tuvimos la oportunidad de trabajar con la entonces Policía Federal y personal de Marina.
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“Era claro que los elementos federales querían tener éxito y por eso estaban motivados a colaborar con agentes de la DEA”, refiere.
Externa que los traficantes más poderosos y violentos que han existido en Colombia y México como Pablo Escobar y Joaquín El Chapo Guzmán, ejercían un control total en los territorios que controlaban.
Al ser encarcelados en sus países respectivos aún tenían un control y daban órdenes desde las cárceles. “Lo único que temían era la extradición. Estaban conscientes de que al ser entregados ya no tendrían ese dominio”, refiere Cantú.
Agentes federales coinciden en que los criminales no quieren ser extraditados porque se convierten en un número de internos más, que deben cumplir con su tiempo y pierden todo tipo de estatus con el mundo exterior, finalmente son uno más en comparación con México.
Subrayan que la colaboración bilateral o internacional con el vecino país siempre se ha comprendido como un “deber ser” un “must do and have”; desde los años 40 México ha colaborado y apoyado a Estados Unidos y viceversa.
Carlos Blanco, abogado e internacionalista, expresa que el número de extradiciones va a estar marcado por la relación de los gobiernos en turno y también de la coyuntura delincuencial del momento, es decir, si estamos hablando de una política al combate al narcotráfico, es evidente que las extradiciones van a aumentar.
“¿Qué nos dice el número de extradiciones?, que la cooperación entre México y Estados Unidos ha mejorado o que el gobierno del vecino del norte ha hecho mejor su trabajo o el narcotráfico ha subido”, subraya.
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El pasado 22 de noviembre, Néstor Isidro Pérez Salas, El Nini, fue detenido en Culiacán, Sinaloa, y posteriormente una jueza federal frenó de manera temporal la extradición a la Unión Americana.
El Nini o El 19, presunto jefe de seguridad de Los Chapitos, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán es señalado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, por conspiración para tráfico de cocaína, metanfetamina, posesión de ametralladoras, dispositivos destructivos y represalias contra testigos.
La jueza Cuarto de Distrito en Materia Penal, María del Carmen Sánchez, concedió la suspensión de oficio y de plano para el efecto de que las cosas se mantengan en el estado que guardan y no se ejecute la extradición del directo quejoso.