En México, 42.1% de mujeres que trabajan en gastronomía han sufrido abuso físico en su lugar de trabajo, de acuerdo con el informe “El lado B de la gastronomía: Sexismo y precarización en el sector gastronómico”, publicado por el Observatorio de Género y Salud del Mapa de Barmaids & Afines.
De acuerdo con la percepción que tienen las mujeres y disidencias (LGBTQI+) que trabajan en gastronomía, 54.17% padeció abuso físico de parte de un jefe o superiores, 22.91% de parte de compañeros de trabajo, 18.75% por clientes y el 4.17% señaló a otras personas como las culpables.
De ellas, 29.17% no quería ser vista como una persona conflictiva en el ambiente laboral y el 22,92% no sabía qué hacer o a quién recurrir. El 18.75% no estaba seguro/a que lo sucedido implicaba algún abuso de cualquier tipo, el 16.66% decidió irse pero no quería que eso afectara sus referencias profesionales, el 2.08% tenía miedo de perder el trabajo y el 10.42% señaló otras causas.
La investigación contempló a mujeres que trabajan en distintas áreas de locales gastronómicos como, por ejemplo, la cocina, la barra, el salón, en cafetería, como sommelier, etc. El 77.2% de las participantes conoce a otras mujeres o disidencias que estuvieron en situaciones de abuso físico o psicológico en su trabajo.
Mientras que 75.4% señaló que alguna vez sintió que no le dieron oportunidades por ser mujeres. “Muchos de los ejemplos mencionados se basaban en poseer puestos de menor rango (a pesar de tener más experiencia o capacidad) solo por ser mujer o desigualdad en los ascensos por falta de confianza en el liderazgo”, indica el reporte. También señalaron diferencias en los salarios, pues son inferiores al de los hombres.
Por otro lado, 35.1% afirmó que alguna vez se sintió incómoda o que se la trató de manera indebida en una entrevista de trabajo. Muchas de las situaciones mencionadas eran acerca de comentarios desubicados o miradas excesivas en relación al físico, preguntas incómodas acerca del embarazo, posibilidad de tener hijos o hasta incluso propuestas indecentes.
La recolección de datos de dicho estudio se llevó a cabo desde mayo del 2020 hasta febrero de 2022 y el rango de edad entre las encuestadas fue de 19 y 46 años. También se aplicó el cuestionario en Argentina y Chile, y actualmente, se está ampliando el estudio a países como Uruguay, Perú y Brasil.
Respecto a las prácticas cotidianas y naturalizadas que las personas detectan en su lugar de trabajo, la totalidad de la muestra señaló al menos una práctica de micromachismo en su ambiente laboral.
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“La práctica que se observa con más frecuencia en el ambiente laboral es la relacionada a las dudas que se generan acerca de las habilidades profesionales con base al género (61.40%). La segunda práctica más frecuente fue la concerniente a la presencia de comentarios indebidos respecto al físico o vestimenta (57.89%), seguida de la percepción de comentarios respecto de las capacidades o tareas (54,39%)”, indican.
Además, 31.58% sufrió de acciones indebidas o fuera del contexto laboral como, por ejemplo, invitaciones o avances físicos y de otra clase y el 28.07% se vio excluida de las comunicaciones o reuniones de trabajo por ser mujer.
El Observatorio de Género y Salud informó que 21.93% percibe una asignación de las tareas y los trabajos por roles de género. Por último, el 7.02% sufrió discriminación laboral ante situación de embarazo; y 15.79% menciona la presencia de otros tipos de micromachismos que no fueron enumerados previamente.
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