Kiev.- Ucrania reaccionó a las amenazas vertidas por el presidente ruso, Vladímir Putin, sobre un posible ataque contra centros de decisión de Kiev con misiles balísticos hipersónicos Oréshnik, pidiendo a Occidente que no ceda al “chantaje” ruso y refuerce a su país para que pueda repeler la agresión militar rusa.
“Cualquier chantaje ruso debe recibir una respuesta contundente”, dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, en su último mensaje a la nación, en el que apeló a Europa y a Estados Unidos a trabajar junto a Ucrania para conseguir una “paz real” que no pase por aceptar las condiciones de Putin para poner fin a la guerra.
Durante la jornada del viernes, el presidente ucraniano habló con el canciller alemán, Olaf Scholz, quien le reafirmó el compromiso de Alemania de seguir suministrando ayuda militar a Ucrania.
“El presidente de Ucrania declaró que el dictador ruso no está interesado en poner fin a la guerra y utiliza todo contacto internacional para diseminar amenazas y ultimátum”, se lee en un comunicado de la administración de Zelensky sobre la conversación entre ambos líderes.
“Sólo una Ucrania en una posición fuerte puede forzarle (a Putin) a abandonar sus intenciones”, agrega la nota oficial de la presidencia ucraniana.
Durante la conversación, Scholz informó a Zelensky de los detalles de la conversación que el canciller alemán mantuvo el 15 de noviembre con el líder del Kremlin, el primer contacto oficial entre ambos dirigentes en más de dos años.
En un mensaje publicado en redes sociales sobre su conversación telefónica con Scholz, Zelensky defendió la necesidad de combinar la diplomacia con la “fuerza de las armas” para lograr una paz justa.
El presidente ucraniano había criticado previamente el acercamiento de Scholz a Putin al considerar que “abre la caja de Pandora” para otros contactos similares que debilitarían el aislamiento de Rusia.
Lee también Putin no descarta usar nuevo misil hipersónico en Ucrania; sería contra instalaciones militares en Kiev
La jornada de este viernes estuvo marcada por los ataques aéreos de ambos bandos contra la retaguardia enemiga.
Varias regiones de toda Ucrania volvieron a amanecer bajo la amenaza de los drones rusos. El Ejército ruso empleó en este nuevo ataque masivo con aparatos no tripulados un total de 132 drones, de los que 88 fueron derribados por las defensas ucranianas.
Ucrania también atacó territorio ruso de madrugada con aparatos no tripulados. Según el Estado Mayor de Kiev fue alcanzado un depósito de combustible situado en la región de Rostov que Rusia utiliza para suplir al Ejército.
En el campo de batalla, Rusia sigue avanzando en los alrededores de la ciudad de Kurájove y en otras zonas del frente de Donetsk del este de Ucrania, según ha informado la plataforma ucraniana de análisis de la guerra DeepState.
Estos avances ponen en riesgo a las tropas ucranianas que defienden la zona de Kurájove, donde podrían verse rodeadas si las fuerzas rusas continúan avanzando por los flancos.
Rusia consigue estos progresos en el frente del este a un alto precio de bajas y pérdidas materiales. Según el parte de este viernes del Estado Mayor de Kiev, las tropas rusas perdieron durante la pasada jornada a lo largo de la línea de contacto a más de dos mil hombres entre muertos y heridos, una cifra récord desde el comienzo de la guerra.
Según los cálculos oficiales ucranianos, Rusia ha perdido desde el comienzo del conflicto a cerca de 740 mil soldados.
Pese a las muchas bajas, Rusia sigue lanzando decenas de ataques a diario de forma simultánea en diversos frentes de Ucrania oriental. Lo más calientes han vuelto a ser este viernes los de Kurájove y Pokrovsk.
Hasta esos dos teatros de operaciones se ha desplazado el jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, que ha evaluado la situación y ha ordenado reforzar a sus unidades allí desplegadas con munición, armamento y personal de reserva.
Sirski ha afirmado que sus tropas están conteniendo al enemigo y ha destacado el alto número de bajas que sufren los rusos.
mcc