Millones de yemeníes enfrentan una triple amenaza: la inseguridad de un sangriento conflicto armado provocada por la Guerra Civil Yemení desde 2015, el mayor brote de cólera en su población en lo que va del año, una terrible crisis de hambruna y la falta de medicinas en el país.
Yemen sufre “el peor brote de cólera de la actualidad en medio de la mayor crisis humanitaria del mundo”, así lo informaron tres agencias que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en un comunicado emitido a finales de agosto.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que actualmente existen 600 mil casos de personas contagiadas con cólera en Yemen, y estima que los brotes se redujeron de 5 mil a 3 mil infectados por día; sin embargo, no existe una fuente oficial y la cifra sigue siendo muy elevada.
Adicionalmente, las OMS informó que 2 mil 48 personas han fallecido en Yemen desde el inicio del brote de esta enfermedad, en abril de este año. Este padecimiento es curable si se obtienen los cuidados médicos necesarios; sin embargo, el cólera se ha propagado rápidamente en este país debido al deterioro de las condiciones de higiene y saneamiento de la población, así como por la destrucción de cientos de hospitales y la falta de medicamentos en la región.
El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, informó que entre las áreas más afectadas están la capital, Saná, y las regiones de Hajá y Amran, a pesar de que el número de enfermos ha caído. Mencionó que “ha habido un repentino y significativo incremento en 12 distritos en siete regiones”.
Por otro lado, la crisis de hambruna provocada por la falta de alimentos en el país es preocupante. De acuerdo con datos publicados por la ONG, Oxfam International, más de 17 millones de yemeníes sufren inseguridad alimentaria y tienen dificultad para conseguir comida en medio del conflicto.
La ONG señala que alrededor de 7 millones de personas son afectadas por la crisis de la hambruna en Yemen, cifra que representa 25.37% del total de la población, e informa que aproximadamente 2 millones de niños sufren desnutrición severa y se encuentran en riesgo de fallecer.
El país vive una situación complicada desde finales de 2014, cuando se produjo un golpe de Estado que provocó la Guerra Civil Yemení. Los separatistas del sur y las fuerzas leales al gobierno del ex presidente, Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, entraron en conflicto con los hutíes que forman parte del Comité Revolucionario, encabezado por el actual mandatario, Ali Mohammed Ali al-Houthi.
Además, las fuerzas de seguridad pro-Hadi se encuentran respaldadas militarmente por Estados Unidos y por el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, integrado por Arabia Saudita, Baréin, Kuwait, y Qatar.
Estos países han sido un importante proveedor de armas para esta fracción del conflicto y han realizado cientos de bombardeos para combatir a los grupos terroristas de Al-Qaeda y del Estado Islámico; sin embargo, han dejado miles de civiles muertos alrededor de la nación árabe.
De acuerdo con información publicada a inicios de septiembre en un reporte elaborado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones para los Derechos Humanos (ACNUDH), más de 5 mil 144 civiles han fallecido desde marzo de 2015 e indica que más de 60% de estas muertes fueron a causa de los bombardeos liderados por la coalición de los Estados Árabes del Golfo.
El Comité Revolucionario pro al-Houthi ha sido acusado de recibir armas y entrenamiento por parte de Irán, hecho que los hutíes han negado rotundamente. Del mismo modo, Eritrea también ha sido acusada de colaborar con esta fracción del conflicto mediante la filtración de material iraní para los hutíes, además de ser señalada por presuntamente ofrecer atención médica para los combatientes.
De acuerdo con documentos de Wikileaks, Estados Unidos sospecha que las acusaciones del apoyo del gobierno iraní a los hutíes han sido exageradas por la fuerzas pro-Hadid por razones políticas en Yemen.
Como ha declarado la ONU, Yemen se enfrenta a la peor crisis humanitaria de la actualidad en medio de una triple amenaza. Miles de civiles han muerto por el fuego cruzado y por los bombardeos de ambas fracciones, más de un millón de personas se encuentran contagiadas con el virus del cólera debido a las deficientes medidas sanitarias. Además, millones de habitantes se enfrentan a una terrible hambruna debido a la insuficiencia de alimentos que ha dejado un conflicto del cual no se vislumbra una solución en un futuro cercano.