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Es un muro sin importancia, a un paso de la Casa Blanca, apenas notado por turistas y lugareños . Sin embargo, las autoridades esperan que este actualizado -pero nunca utilizado- sistema de diques proteja el centro de Washington de la furia del huracán “Florence”.
La barrera se encuentra en el National Mall, el famoso tramo cubierto de hierba entre el Lincoln Memorial y el Capitolio de Estados Unidos, y en los próximos días podría ponerse a prueba ante posibles inundaciones catastróficas.
De tres metros de alto en algunos lugares, el muro de piedra parece fundirse con el paisaje al norte de la Cuenca Basin, la pintoresca reserva rodeada por monumentos cerca del río Potomac.
Washington, construido sobre un pantano, ahora se prepara para lo que podría ser un devastador golpe de “Florence”, que se espera que llegue a la costa de Carolina a unos 400 kilómetros por hora, al sur de la capital.
El muro de Washington divide la calle 17, lo que significa que normalmente hay una brecha en las defensas. Pero la presa puede ser sellada herméticamente en cuestión de horas, en caso de que surja una amenaza de inundación.
"El dique se completó en 2014. Lo hemos ensamblado cuatro veces desde entonces pero sólo para ejercicios de capacitación" , dijo a la AFP el portavoz del Servicios de Parques Nacionales Mike Litterst.
Aunque Litterst actualmente no ve "ninguna indicación" de la necesidad de usar el sistema de diques, que fue diseñado para proteger a la Casa Blanca y a los vecindarios y propiedades federales cercanas, las autoridades están atentas a cualquier eventualidad.
"Con la llegada de “Florence” y con su camino aún incierto, continuaremos monitoreando" los niveles del agua, dijo Litterst.
La ecuación es simple. Si el agua está a 3.6 metros por encima del nivel de medición normal, se activa una alarma, y las grandes losas de concreto para tapar el espacio en la pared se transportarán e instalarán.
"Es un proceso de tres a cuatro horas", dijo Litterst.
En la última medición, el nivel del agua había llegado a alrededor de 1.80 metros. El martes había alcanzado un pico de 2,70.
Washington se ha quedado sin agua en los últimos días, con un suelo particularmente húmedo después de fuertes lluvias y poco sol.
Aunque “Florence” no tiene a Washington en su mira directa, el espectacular pronóstico de hasta un metro de lluvia en algunas partes de las Carolinas podría traducirse en peligrosos niveles de precipitaciones para la capital federal que pondrían al sistema de diques de la ciudad en una situación sin precedentes.
lsm