San José. – La candidata a la presidencia de Venezuela por la opositora (PUD), la derechista , exhortó ayer a México a jugar “un papel” para que el régimen venezolano cumpla su promesa de hacer elecciones libres y limpias en 2024 y garantizó que este año enfrentará al cuestionado presidente de su país, el izquierdista Nicolás Maduro, para que facilite una transición en paz.

En una entrevista telefónica exclusiva que concedió a EL UNIVERSAL desde Caracas, Machado rechazó la decisión del régimen de prohibirle participar en la contienda electoral de 2024. Sin citar a México, recordó implícitamente las viejas prácticas del “dedazo” en la política mexicana para designar a candidatos presidenciales y aseguró que “Maduro quiere elegir él a dedo, quiere escoger él a quien lo enfrente”.

Designada por este periódico como una mujer a seguir en 2024 y en el entorno del Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, Machado narró que “la mujer venezolana hoy tiene una carga enorme y un dolor profundo. Pero al mismo tiempo está en primera fila” en una lucha “existencial” más que electoral o política.

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El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), dominado por Maduro, anunció el 26 de enero anterior que ratificó que Machado quedó inhabilitada hasta 2036 para aspirar a cargos de elección popular, con lo que le impediría participar en los comicios de este año. Machado fue escogida en elecciones primarias en octubre de 2023 como candidata de la PUD, principal bloque opositor venezolano.

Machado fue sancionada, entre otros cargos, por apoyar las sanciones económicas que Estados Unidos impuso a Venezuela. Al excluir a Machado, EU comenzó el 29 de enero pasado a reactivar las represalias a Caracas que impuso de 2014 a 2017 al aducir que Maduro violó los derechos humanos y rompió el orden democrático en Venezuela.

El TSJ reconfirmó un fallo de 2023 sobre la inhabilitación que se impuso en 2015 a Machado en un inicio de 12 meses y que llegará a 2036. Ante reclamos de la oposición, de EU y la Unión Europea, el régimen alegó que el caso Machado es cosa juzgada y sin nada que debatir.

La inhabilitación provocó un reproche a Maduro por el pacto que el gobierno y la PUD firmaron el 17 de octubre de 2023 en Barbados para realizar elecciones libres y honestas en 2024. Por el acuerdo, EU flexibilizó las medidas el 18 de ese mes, pero el escenario retrocedió.

Maduro se lanzó como candidato del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). La revolución llegó el 2 de este mes a 25 años de gobernar desde que se instaló, vía electoral, con el ascenso de Hugo Chávez (1954—2013) a la Presidencia.

Machado prometió que batallará para pelearle la presidencia a Maduro, elegido para un primer sexenio en 2013 al morir Chávez y en 2018, en elecciones cuestionadas dentro y fuera de Venezuela, para el segundo de 2019 a 2025.

“Estoy fuerte y con fortaleza. Ahora más que nunca”, describió Machado a este diario.

La siguiente es la entrevista con Machado, de 56 años, con tres hijos (dos hombres y una mujer) de su matrimonio de 1990 a 2001, política, profesora, ingeniera industrial y lideresa del opositor partido Vente Venezuela, que integra la PUD.

¿Qué piensa del silencio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ante la decisión de Maduro de impedirle a usted ser candidata?

Es importante entender que esto va mucho más allá que el derecho de un ciudadano a ejercer sus derechos políticos como candidato. Es el derecho de millones de venezolanos que nos expresamos el 22 de octubre en primarias, con casi tres millones que participaron y obtuve más del 92%.

Entender que resolver pacíficamente el conflicto venezolano interesa a todos los países de la zona, porque Venezuela se ha convertido en epicentro de dinámicas que impactan fuertemente a América Latina y el Caribe e incluso a EU. Me refiero a los nexos del régimen con Irán, Rusia, Hezbolá (organización terrorista de Líbano y pro—Irán), Hamás (organización palestina tildada de terrorista). Venezuela facilita el espacio al narcotráfico con participación del Estado.

El régimen ha expulsado a más de 7 millones de venezolanos en ondas migratorios de ciudadanos que huyen porque no tienen como sobrevivir en su país. Estas dinámicas pueden resolverse, pero hay que desmontar un sistema tiránico que viola los derechos humanos, sin Estado de derecho ni justicia, y avanzar a reconstruir nuestras instituciones democráticas.

Desde luego que espero que el gobierno mexicano juegue un papel en el cumplimiento de los acuerdos (de Barbados), cuyo Memorándum de Entendimiento se firmó en agosto de 2021 en México.

La soberanía popular se expresó en las primarias y espero que todos los gobiernos democráticos de las Américas y del mundo eleven su voz por la justicia y el respeto a estos derechos.

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Pero México no se ha pronunciado…

Este es un momento en el cual a todas las voces democráticas de México les pido que se unan, porque esto va mucho más allá que una lucha ideológica, política. Es una lucha por la integridad de Venezuela como nación, por la democracia y la posibilidad de detener la hemorragia de una nación sumergida en la peor crisis humanitaria de la historia.

¡Señores, entendamos! En Venezuela las pensiones son de menos de cuatro dólares (al mes). Un maestro gana un dólar diario. Una generación de niños está creciendo sin nutrición, sin educación y sin sus madres, que han tenido que emigrar para mantenerlos a ellos aquí. Esto tiene que ser prioridad para todos los mexicanos, a quienes les pedimos su apoyo al margen de las posiciones ideológicas.

Y por el bien de América Latina y el Caribe, Maduro tiene que entender que debe cumplir los acuerdos de Barbados. Todas las partes han cumplido. Yo cumplí. Quien no ha cumplido es Maduro y su régimen. La presión de la sociedad democrática debe estar sobre Maduro para que entienda que está en su propio interés facilitar una transición pacífica en Venezuela.

Todos los países y gobiernos de la región deben reflexionar a fondo que esto obviamente se trata del futuro de Venezuela pero que también los afecta a todos directamente. Si Maduro arrebata por la fuerza y se va por una ruta a lo Nicaragua (de eliminar a la oposición), los países de la región van a sufrir una ola migratoria mayor a la que jamás hayamos visto y esto es una tragedia.

Maduro acusó a EU de provocar la crisis socioeconómica venezolana por las sanciones. La izquierda latinoamericana y caribeña piensa lo mismo. ¿Usted qué opina?

Es muy fácil eliminar las sanciones con el acuerdo (de Barbados). Simplemente cumpla Maduro su palabra y puede desmontar las sanciones cumpliendo lo que firmó en Barbados y permitiendo un proceso (electoral) limpio y libre que, como dice el acuerdo, incluye que los venezolanos puedan votar a quien elijan como aspirante a la presidencia y me dieron a mí un mandato el 22 de octubre.

No puede haber una elección limpia y libre si se les prohíbe a los venezolanos que elijan a quien quieran. Maduro quiere elegir él a dedo, quiere escoger él a quien lo enfrente. Pero la gente ya eligió candidata el 22 de octubre.

Como mujer, ¿qué representa esa candidatura?

Un enorme honor y una responsabilidad infinita. Venezuela se veía, a inicios de 2023, apagada, triste, sin esperanza, con la oposición muy dividida y con el régimen avanzando en una narrativa que le decía al mundo que los venezolanos habíamos tirado la toalla y que no había esperanza de cambio. Pero lo que ha ocurrido es una transformación.

El país se fue despertando, nos fuimos encontrando. Las divisiones que el régimen había promovido de todo tipo para enfrentarnos entre izquierda y derecha, blancos y negros, ricos y pobres, las fuimos desmontando. La base que era del ‘chavismo’ está con nosotros. Hemos logrado unir a la sociedad venezolana en sus anhelos.

¿Y qué me dice todo el mundo? ‘María Corina, tráeme a mis hijos de vuelta a casa’. La unión de la familia es una fuerza poderosísima que ha logrado derribar esas barreras. Por eso el ‘chavismo’ y Maduro tienen tanto miedo y por eso quieren impedir medirse conmigo porque saben que yo los voy a derrotar contundentemente.

Hemos ido derribando barrera por barrera. Este es un obstáculo más y también lo vamos a derrotar. Voy a enfrentar a Maduro y lo vamos a derrotar en elecciones presidenciales como establece la Constitución.

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En ruta al Día Internacional de la Mujer, las venezolanas sufren en una sociedad desintegrada por el éxodo. ¿Cómo describe esa situación?

Absolutamente eso es trágico. En muchos hogares venezolanos históricamente la familia ha sido centrada en la madre. En muchos no está la figura paterna. Alrededor del 50% de las familias venezolanas (tienen jefas de hogar). Con esta tragedia de la migración obligada por el régimen, que ha arruinado al país y ha perseguido políticamente, esas familias no tienen a la madre. Muchas veces están los abuelitos solos con los nietos.

Imagínense la tristeza que hay en mi país en esta hora. Niños que solo están yendo dos días a la semana a clases. En las escuelas públicas solo hay clases dos días por semana, porque los maestros ganan tan poco que el régimen les ha dicho que el resto de los días vayan a redondearse (sus ingresos).

La mujer venezolana tiene una carga enorme y un dolor profundo. Pero al mismo tiempo está en primera fila, porque entendemos que esta lucha que estamos dando va mucho más allá que una lucha electoral o política. Es una lucha existencial y espiritual.

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