“Hay pánico entre la población, estamos viendo a muchas familias sin hogares y se enfrenta una dura crisis de escasez de alimentos y medicamentos”, son palabras de Jeniffer Denisse Ávila López, mexicana que está varada en Sudán, en medio del conflicto armado que sufre el país africano.
La joven de 27 años, proveniente de Chihuahua, lleva cerca de dos meses viviendo en una ciudad que se encuentra a seis horas de Jartum, la capital del país.
Sin embargo, luego de que se intensificaran los conflictos entre el ejército y los paramilitares del país, vive momentos de incertidumbre, debido a la falta de comunicación que hay en la zona, cuenta a EL UNIVERSAL. Su esposo se encuentra fuera del país por razones de trabajo.
“Lo que estamos viendo en estos momentos en Sudán es el conflicto armado entre dos milicias. Esta situación ha sido muy difícil para el país debido a que ha dejado a familias incompletas y sin hogar; vemos mucha escasez de alimentos, así como de medicamentos, y a eso le sumamos los cortes de energía eléctrica, la hambruna, el calor del desierto”, dice la joven.
Detalla que fue su familia en México la que la alertó de que la situación empeoraba en Sudán, dado que en la ciudad donde radica hay poca señal, así como constantes cortes de energía, por lo que los pobladores viven momentos de incertidumbre por la falta de información en el país.
“Sudán es un país de mucha fe y los pobladores esperan y confían en que el conflicto parará. Me enteré hasta el segundo día de los enfrentamientos, gracias a que mi familia en Chihuahua me avisó, ya que la red aquí es muy inestable”, comenta.
Ante la preocupación de que la guerra llegue a extenderse a otras partes del país, Denisse está viendo la posibilidad de regresar a México, por lo que sigue atenta a las indicaciones de la embajada mexicana en Egipto para salir de la nación africana.
“En la ciudad en la que estoy no ha habido ningún ataque por el momento. Sin embargo, no lo descartamos. La Embajada de México en Egipto ha hecho un gran trabajo y esfuerzo por brindarnos el apoyo necesario y ha visto también por nuestra seguridad, monitoreándonos a cada segundo”.
Más de 420 personas, incluyendo al menos 291 civiles, fallecieron y más de 3 mil 700 resultaron heridas desde el inicio de los combates. Cientos de personas, entre ellas varios mexicanos, han abandonado el país.
La familia de Denisse está preocupada. “Sólo esperan el momento de mi regreso”.
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