Los Ángeles.— Los bomberos batallaban sin parar contra varios incendios activos ayer en California, aunque parecían haber hecho progresos en algunos de los fuegos más importantes en medio de las evacuaciones masivas y los cortes de electricidad.
Atizados por los fuertes vientos, dos nuevos incendios se declararon en la madrugada cerca de Los Ángeles, quemando varias casas y forzando a los residentes a desalojar a toda prisa.
Uno de ellos, llamado incendio Hillside, se extendía en San Bernardino, unos 100 km al este de Los Ángeles, mientras el otro, el 46, crepitaba en el vecino condado de Riverside.
Cientos de bomberos apoyados por helicópteros cisterna atacaban los fuegos alentados por los llamados vientos de Santa Ana, que provocaron advertencias inéditas de riesgo de incendio “extremadamente crítico”, la categoría más alta en la escala.
Un residente de San Bernardino, Matthew Valdivia, de 35 años, contó que eran las 2 de la mañana cuando despertó sintiendo un fuerte olor a humo y despertó a su esposa Wendy, gritando: “¡Fuego, fuego!”. La pareja consiguió levantar a sus cuatro hijos rápidamente, recogió apenas los documentos y todos huyeron a toda prisa, alertando a sus vecinos. El fuego que ha quemado 80 hectáreas dejó su casa hecha cenizas.
“Es devastador”, dijo Valdivia. “Era nuestro primer hogar (...) Trabajo 72 horas por semana para vivir el sueño americano”.
El Servicio Nacional de Meteorología informó que, aunque las alertas rojas seguirán vigentes a lo largo del jueves en la zona de Los Ángeles y Ventura, las condiciones han mejorado.
En el norte de California, los bomberos reportaron importantes progresos contra el enorme incendio Kincade.
Entretanto, los bomberos seguían batallando contra el incendio Easy en Simi Valley, en el noroeste de Los Ángeles.
“Incendios nunca vistos en Brasil”
En Brasil, se informó que los incendios de “proporciones nunca antes registradas” devastan tres municipios del Pantanal, una región de gran biodiversidad en el sur de Brasil. “El fuego en la región es impresionante; afecta más de 50 mil hectáreas y crea dificultades de logística”, dijo después de sobrevolar la zona el coordinador del Centro Nacional de Gerencia de Riesgos, Paulo Barbosa de Souza.