SpaceX atrapó el propulsor de su megacohete Starship tras un vuelo de prueba de casi nueve minutos cuando regresaba a su plataforma de lanzamiento, un logro que puede ser un paso decisivo para la reutilización de este pesado lanzador.
Antes de que el propulsor bautizado Super Heavy tocara el suelo, unos brazos mecánicos instalados en la torre de lanzamiento, apodados "los palillos", se cerraron sobre el aparato y lo inmovilizaron, según un video difundido por la empresa de Elon Musk.
SpaceX realizó este domingo una maniobra para atrapar en vuelo el propulsor de su megacohete Starship con la ayuda de enormes brazos mecánicos, durante una prueba que podría ser un paso decisivo hacia la reutilización de este pesado lanzador.
El objetivo fue que las dos partes del cohete (el más grande y potente del mundo) fuera recuperado y reutilizado luego de cada vuelo, con lo que SpaceX busca poder lanzar más cohetes, más rápido y a menor costo.
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La empresa del multimillonario Elon Musk tiene como objetivo usar Starship para colonizar Marte y el desempeño de estas naves es seguido de cerca por la Nasa, que cuenta con este programa para llevar a sus astronautas a la Luna.
El despegue del quinto vuelo de prueba de Starship está previsto a partir de las 07H25 locales (12H25 GMT) desde la base espacial Starbase de la empresa, en el extremo sur de Texas, en Estados Unidos.
El cohete se compone de la fase llamada Super Heavy y encima de esta la nave del Starship.
Super Heavy mide unos 70 metros y, junto con la nave del Starship suman cerca de 120 metros.
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En cada vuelo, Super Heavy se desprende de la nave luego de haberla propulsado con ayuda de 33 potentes motores.
Hasta ahora, Super Heavy terminaba su recorrido en el mar, pero esta vez SpaceX quiere intentar que regrese a su plataforma de salida, aproximadamente siete minutos después del despegue.
Una vez que desacelere y sin tocar el suelo, unos brazos mecánicos instalados en la torre de lanzamiento -apodados "los palillos"- deben cerrarse sobre Super Heavy y retenerlo.
"Los ingenieros de SpaceX pasaron años para preparar el intento de captura", escribió la empresa. "Decenas de miles de horas" dedicaron los técnicos en la "instalación de la infraestructura necesaria para maximizar nuestras oportunidades de éxito", agregó.
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SpaceX advirtió que tendrán que cumplirse "miles" de condiciones antes de poder llevar a cabo esta maniobra de riesgo. Si no se cumplen, Super Heavy seguirá una trayectoria que le llevará a amerizar en el Golfo de México.
Por su parte, la nave Starship continuará su vuelo hasta amerizar en el océano Índico. La nave ya había logrado por primera vez un amerizaje sin contratiempos en ese océano en un vuelo de prueba hace cuatro meses.
Las imágenes transmitidas en directo por las cámaras de la nave mostraron una capa de plasma anaranjado a su regreso del espacio, debido a la fricción con la atmósfera. Las piezas se habían desprendido por la presión.
Desde entonces, SpaceX ha declarado que llevó a cabo una "revisión completa del escudo térmico" de la nave, utilizando baldosas de "nueva generación".
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SpaceX está desarrollando la Starship a toda velocidad, lanzando prototipos sin carga para corregir rápidamente cualquier problema que surja en situaciones reales de vuelo.
En las últimas semanas, la empresa se quejó abiertamente de la lentitud del organismo regulador de la aviación estadounidense (FAA), encargado de autorizar los vuelos.
"Se tarda más en completar el papeleo necesario para obtener una licencia para lanzar un cohete que en diseñar y construir el propio hardware", se quejaba la empresa en un inusual y extenso comunicado de prensa en septiembre.
El multimillonario Elon Musk, que apoya al republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos, había pedido al jefe de la FAA que dimitiera.
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SpaceX también lucha contra acusaciones de contaminación ambiental, especialmente vinculadas al diluvio de agua que se vierte durante cada lanzamiento de Starship cuando se encienden los motores, con el fin de atenuar las ondas acústicas y limitar así las vibraciones.
Este sistema se agregó después de que el primer vuelo de prueba, en abril de 2023, destruyera parte de la plataforma de lanzamiento bajo la fuerza del despegue, catapultando escombros y una nube de polvo.
Varias asociaciones ecologistas han denunciado los daños causados por las operaciones de SpaceX a las especies animales, ya que la base espacial está instalada justo al lado de una reserva protegida.
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