Guatemala. Cientos de manifestantes se abrieron paso a empujones entre la barrera policial para acercarse al Congreso de Guatemala, inconformes por el retraso de la juramentación presidencial del socialdemócrata, Bernardo Arévalo, que está prevista para la tarde de este domingo, observaron periodistas de la AFP.
Los manifestantes, varios de ellos indígenas que llegaron a la capital, forcejearon con decenas de policías que mantenían dos cercos en la parte trasera del Palacio Legislativo, en el centro histórico de Ciudad de Guatemala.
Un tercer anillo de seguridad con agentes antidisturbios y policías militares frenó el avance de la multitud, que hace sonar trompetas de plástico y ondea banderas de Guatemala, aunque hasta el momento la policía no ha utilizado la fuerza para dispersarlos ni gases lacrimógenos.
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Arévalo, de 65 años, debe ser juramentado en el Teatro Nacional pero la ceremonia está atrasada porque el Congreso, controlado por partidos afines al presidente saliente, Alejandro Giammattei, mantiene detenido el proceso de acreditación de los diputados electos y reelectos.
El Parlamento no ha logrado ponerse de acuerdo en la elección de la nueva junta directiva y discute si declarar a la bancada de Arévalo "independiente", en virtud de una orden judicial de suspensión del partido Movimiento Semilla.
Si los diputados son declarados "independientes" no pueden integrar la junta directiva ni presidir comisiones parlamentarias.
Según la Constitución de Guatemala, el traspaso presidencial debía ocurrir a las 16:00, incluso si no hay acto protocolario de juramentación.
En su cuenta de X, Arévalo aseguró que será investido. "Todo está listo para que, a las 16 horas, como lo establece la ley, Karin Herrera y yo, seamos el Presidente y la Vicepresidenta de la República. Así como lo establece la ley", posteó.
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Sin embargo, criticó la dilación. "Los diputados tienen la responsabilidad de respetar la voluntad popular expresada en las urnas. Se está intentando vulnerar la democracia con ilegalidades, nimiedades y abusos de poder. El pueblo guatemalteco y la comunidad internacional están observando".
Enfrentamientos, insultos, diputados encerrados en salones bajo llave y un caos generalizado describen lo que está sucediendo en el Congreso guatemalteco, según ha podido constatar EFE.
Los diputados de la nueva legislatura tenían previsto elegir al mediodía al nuevo presidente del Congreso, pero al filo de las 15:00 hora local, el Congreso saliente ni siquiera había certificado a los 160 nuevos integrantes del Parlamento.
Esta circunstancia hizo circular los temores de un eventual "golpe de Estado", como ha venido denunciando el propio presidente electo, al acusar a la jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, y "otros actores corruptos" de obstaculizar e impedir su investidura.
"Están dilatando la instalación del Congreso en su décima legislatura porque no quieren darle posesión a Arévalo", declaró hoy a la prensa José Inés Castillo, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), de la ex primera dama Sandra Torres, derrotada por Arévalo de León en los comicios de 2023.
La juramentación del nuevo Congreso guatemalteco para el periodo 2024-2028 debe llevarse a cabo como requisito previo a la investidura del presidente electo, Bernardo Arévalo de León, ceremonia que está prevista que se celebre en el Teatro Nacional ante una decena de jefes de Estado asistentes a la capital guatemalteca.
"Se está fraguando el golpe de Estado", advirtió Castillo.
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