El arresto de un médico brasileño en El Cairo, investigado por acosar a una vendedora en una tienda de papiros, fue noticia no solo en Egipto sino en muchos otros lugares del mundo árabe, incluso en países donde usualmente hay denuncias de graves abusos de los derechos de las mujeres.
El médico e influencer Víctor Sorrentino publicó la semana pasada en su Instagram -con casi un millón de seguidores- un video en el que aparece en la turística ciudad de Luxor haciendo comentarios obscenos de connotación sexual y doble sentido a una vendedora.
"Realmente te gustan mucho los duros, ¿no? Y los largos también son buenos, ¿no?", dice Sorrentino, entre risas, a la vendedora, mientras ella le muestras papiros.
Luego de la reacción negativa al video en las redes sociales brasileñas -y antes de que el caso ganara notoriedad en Egipto y los países árabes- el médico regresó a la tienda al día siguiente y grabó un nuevo video, en el que aparece disculpándose con la vendedora.
El pasado 31 de mayo, Sorrentino fue detenido por las autoridades egipcias y aún no se le ha permitido salir del país, mientras los investigadores deciden qué hacer con el caso. Hasta ahora no ha sido acusado formalmente.
Después de que el video fuera traducido al árabe con la ayuda de activistas y blogueros brasileños, el caso tuvo una gran repercusión en Egipto y en el mundo árabe, siendo el tema principal de discusión el lunes en Twitter y siendo noticia de portada en periódicos de Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y otros países.
El caso también fue ampliamente reseñado en el canal de televisión en árabe de la BBC, así como en las cadenas Al-Jazeera, Al-Arabiya y Sky News.
Pero, ¿por qué el episodio del médico brasileño recibió tanta atención en Egipto, uno de los países con uno de los peores antecedentes de acoso sexual contra mujeres en el mundo?
Los activistas en Egipto dicen que el problema del acoso sexual es casi una "epidemia" en el país. Un informe de la ONU de 2013 cita una encuesta en la que el 83% de las mujeres egipcias dijeron haber sufrido algún tipo de acoso sexual; entre las mujeres extranjeras, el porcentaje fue del 98%.
La BBC consultó a mujeres egipcias y brasileñas en El Cairo, periodistas y activistas para comprender por qué este caso tuvo tan fuertes repercusiones en Egipto y el mundo árabe.
El comportamiento del médico fue muy criticado por los brasileños que vieron los dos videos que publicó en las redes. Sin embargo, en el mundo árabe el video tuvo una repercusión aún mayor, en parte, debido a algunas diferencias culturales que los brasileños no siempre perciben.
"Notamos que él probablemente no ha estudiado el país antes de visitarlo, no sabe nada sobre las costumbres aquí", dice Patrícia Oliveira, una brasileña que vive y trabaja en El Cairo desde hace tres años.
Oliveira dirige, junto a otras dos brasileñas, la página Vida no Egito (Vida en Egipto), que ofrece consejos y relatos en portugués sobre la vida cotidiana en el país. Ella fue quien tradujo el video al árabe, junto a otros activistas y blogueros de Nueva York, Londres y El Cairo.
Esta traducción fue importante para que los egipcios se enteraran del caso, ya que hasta entonces el video solo había circulado en las redes sociales brasileñas.
Se cree que las autoridades egipcias decidieron detener al médico brasileño luego de ver que el video tuvo gran repercusión en las redes egipcias, donde circuló con el hashtag "culpa al acosador brasileño" y estuvo entre los más tuiteados el pasado fin de semana.
Personas familiarizadas con las costumbres en Egipto y en otros países árabes que vieron el video le dijeron a la BBC sobre algunos de estos aspectos culturales que hicieron que algunos egipcios se sintieran aún más ofendidos. Algunos de estos son:
Quienes vieron el segundo video de Sorrentino, cuando este regresa a la tienda, también lo consideraron problemático.
Aunque Sorrentino acude a disculparse y reconoce que no tenía derecho a bromear con ella, nuevamente expone a la vendedora en cámara y, al explicarle el tipo de broma que intentó hacerle, repite las insinuaciones de tipo sexual.
En el video, el médico toca a la vendedora dos veces. En la primera ocasión, le pide permiso y ella da su consentimiento. En el segundo, los dos mantienen sus manos juntas durante unos 10 segundos mientras el médico se disculpa. El médico parece ser alertado de algo por un intérprete e inmediatamente suelta las manos de la vendedora después de eso.
Las personas que vieron el video le dijeron a la BBC que el acto de tocar a una mujer con la que no está casado, a pesar de que pidió su consentimiento, podría ser considerado ofensivo por muchos egipcios. En algunas sociedades y contextos árabes, un gesto similar podría incluso interpretarse como un delito.
La prensa egipcia informó que la víctima había presentado una denuncia formal contra el médico, incluso después del video de disculpa.
El caso de Víctor Sorrentino se produjo en un momento en que Egipto vive una especie de cambio en relación con los derechos de las mujeres y la lucha contra el acoso sexual, con algunos avances importantes, pero también con retrocesos y decepciones.
La ley que tipifica el delito de acoso sexual entró en vigor en 2014.
Dos episodios recientes han provocado un intenso debate en la sociedad egipcia y muchos de los entrevistados dijeron a la BBC que la actitud de indulgencia de las autoridades en estos casos está cambiando.
En una rara victoria para los derechos de las mujeres en Egipto, un estudiante de 22 años fue sentenciado en diciembre pasado a tres años de prisión por acosar sexualmente a dos mujeres en las redes sociales.
Los cargos en su contra provocaron una campaña al estilo MeToo, con mujeres que informaron sobre sus experiencias de acoso sexual.
Otro caso con gran repercusión en Egipto fue la presunta violación en grupo de una mujer en un hotel de lujo en 2014 por parte de un grupo de hombres de familias poderosas que supuestamente filmaron y transmitieron el video en línea.
En agosto de 2020, los fiscales ordenaron el arresto de varios sospechosos, pero las testigos y otras personas asociadas con el caso también fueron detenidos y presuntamente sometidas a exámenes invasivos. Los activistas dijeron que esto les dio a las mujeres el mensaje de que denunciar una violación o actuar como testigos podría ponerlas en riesgo de ser encarceladas.
El incidente que involucró al médico brasileño se produjo pocos días después de que los fiscales en el caso del hotel de lujo dejaron en libertad a los cuatro sospechosos diciendo que "no había pruebas suficientes".
A pesar de esta decisión, algunos activistas en Egipto dicen que las actitudes hacia los derechos de las mujeres y la agresión sexual están comenzando a cambiar.
El año pasado, la máxima autoridad religiosa del país emitió un comunicado condenando el acoso sexual, declarando que la ropa de una mujer nunca podría ser una justificación para el acoso.
Aunque hasta la fecha no ha sido acusado formalmente de ningún delito, Víctor Sorrentino aún no puede regresar a Brasil, mientras el Ministerio Público egipcio investiga el caso.
En una nota publicada este jueves en portugués, árabe e inglés en la cuenta personal de Instagram del médico, su familia pide disculpas a la víctima y a quienes hayan podido sentirse ofendidos y promete "reparar todos los daños morales y materiales".
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