Un video que muestra a uno de los jefes de seguridad del presidente de Francia , Emmanuel Macron , golpeando a un estudiante durante una manifestación en mayo en París causó indignación en el país por lo que se considera una sanción débil: una suspensión de dos semanas y un cambio de responsabilidades.

El creciente malestar obligó al portavoz de Macron a abordar el asunto el jueves, más de dos meses y medio después de los hechos. Condenando la “conducta inaceptable”, Bruno Roger-Petit dijo que Alexandre Benalla fue apartado de su responsabilidad de organizar la seguridad de los viajes de Macron , aunque mantiene su oficina en el Palacio del Elíseo .

Las autoridades iniciaron una investigación preliminar que podría derivar en cargos contra Benalla, dijo un funcionario judicial que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir un caso abierto.

La sanción a Benalla fue la “más grave” impuesta nunca a un director de seguridad del equipo presidencial y sirvió como una “última advertencia antes del despido”, agregó Roger-Petit.

En el video del acto del Primero de Mayo en París , publicado por el diario Le Monde el miércoles en la noche, se muestra a Benalla equipado con un casco con marcas policiales, y rodeado de agentes antimotines, arrastrando brutalmente a una mujer fuera de una manifestación y luego golpeando reiteradamente a un joven en el suelo.

En la grabación puede escucharse como el hombre le pide que pare y la policía, que había sacado al hombre de entre la multitud antes de que Benalla asumiese el control de la situación, no intervino. Benalla abandonó el lugar más tarde.

El primer ministro Edouard Philippe , respondiendo a preguntas en el Senado, calificó de “asombroso” lo sucedido.

El ministro del Interior, Gerard Collomb, dijo que los dos hombres "obviamente no tenían razón legítima para intervenir” y que le ha pedido al departamento de investigaciones internas de la policía indagar los hechos y determinar si la conducta de los agentes se atuvo a las normas establecidas.

A pesar de la controversia, Benalla fue visto hace pocos días en varios eventos de alto perfil, incluyendo el desfile del regreso triunfal del equipo francés de fútbol que ganó el Mundial, un acontecimiento que contó con la asistencia de cientos de miles de espectadores entusiastas.

Macron estaba en la región de Dordoña presentando una nueva estampilla postal y no respondió a preguntas sobre lo sucedido. El mandatario, elegido al cargo el año pasado, había prometido una presidencia ejemplar libre de corrupción.

Políticos opositores condenaron el hecho, expresaron su asombro por el clima de impunidad en las altas esferas del gobierno y exigieron que Macron tome medidas en el asunto.

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