Moscú.- Rusia exigió hoy a Estados Unidos la retirada de suelo europeo de sus armas nucleares y reclamó de nuevo garantías de seguridad a la OTAN, cuyo secretario general, Jens Stoltenberg, reiteró que la Alianza no enviará tropas a Ucrania , pero sí dará todo el apoyo militar necesario.
Por videoconferencia desde Moscú, ya que las sanciones le impiden volar a Ginebra, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, intervino en la Conferencia de Desarme de la ONU, mientras sus ejércitos prosiguen la ofensiva en Ucrania, en la sexta jornada desde la invasión ordenada por Vladímir Putin.
“Para nosotros es inaceptable que, contrariamente a las disposiciones fundamentales del Tratado de No Proliferación de las armas nucleares, las armas nucleares de Estados Unidos sigan estando ubicadas en el territorio de varios países europeos”, dijo.
El jefe de la diplomacia rusa también criticó a la Unión Europea, de la que dijo que “no respeta el derecho fundamental al movimiento, con sanciones ilegitimas y unilaterales”.
Lee también: “Debemos detener al agresor lo antes posible”, dice Volodímir Zelensky tras llamada con Joe Biden
En este misma línea, criticó la decisión de varios países occidentales de suministrar armas a Ucrania y acusó al gobierno de Volodimir Zelensky de haber entrado en “juegos peligrosos y en planes de adquirir sus propias armas nucleares” con tecnologías que supuestamente quedan del periodo en que este país formaba parte de la Unión Soviética.
Lavrov aseguró que el objetivo de la “operación especial” iniciada en Ucrania el pasado 24 de febrero es “desmilitarizar y desnazificar a Ucrania”.
“Los neonazis tomaron el poder en 2014 y esta ocupación debe parar”, subrayó Lavrov, quien acusó a Kiev de imponer un “régimen de terror” que reprime la utilización de la lengua rusa en las escuelas o lugares de trabajo o confisca los bienes de iglesias ortodoxas.
Boicot
Numerosas delegaciones, incluidas las de Ucrania y los países occidentales, abandonaron la sala en momentos que se transmitía por video el discurso de Lavrov, dejando el sitio casi vacío.
Afuera de la cámara, los diplomáticos se reunieron frente a una gran bandera ucraniana y aplaudieron ruidosamente.
Los aplausos se podían escuchar en la sala donde continuaba el discurso de Lavrov con solo unos pocos embajadores presentes, incluidos los de Venezuela, Siria, Yemen y Túnez.
Menos de una hora más tarde ocurrió un nuevo abandono de sala cuando el ministro ruso hablaba por video ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Los diplomáticos salieron ordenadamente de la sala mientras pasaba el video del ministro ruso, según un periodista de AFP en el lugar.
“Muchas gracias por esta maravillosa muestra de apoyo a los ucranianos que luchan por su independencia”, declaró la embajadora ucraniana ante la ONU en Ginebra, Yevheniia Filipenko, quien encabezó la salida de la sala.
Lee también:
Tras advertir a ucranianos, Rusia ataca con misil la torre de televisión de Kiev
“Cualquier invasión constituye una violación de los derechos humanos... violaciones masivas y pérdidas de vidas civiles”, expresó el embajador francés Jerome Bonnafont.
Lavrov tenía previsto viajar a Ginebra para participar en las dos conferencias pero canceló de último minuto invocando las “sanciones antirrusas” que le impiden sobrevolar el territorio de la Unión Europea, lo cual lo obligó a enviar sus intervenciones por video.
En rueda de prensa en la base aérea militar polaca de Lask, Stoltenberg dijo que “la OTAN no va a ser parte del conflicto. La OTAN no va a enviar tropas a Ucrania o mover aviones a espacio aéreo ucraniano”.
El político noruego indicó que los aliados están prestando todo tipo de apoyo militar con el envío de material, de armas antitanque, de sistemas de defensa antiaérea y toda clase de equipamiento militar para Ucrania, además de ayuda humanitaria y económica.
“La OTAN es solidaria con Ucrania ”, aseguró, antes de hacer hincapié en que los países aliados han impuesto “sanciones severas” contra Rusia por la invasión “totalmente injustificada”, “brutal” e “inaceptable” de Ucrania, de la que considera responsable tanto a Moscú como a Bielorrusia por hacerla posible.
agv